Las tierras nullius son porciones de tierra que no pertenecen a ningún país soberano, persona ni pueblo. Actualmente, se reconocen tres casos destacados. Te contamos sobre la más grande e importante del mundo que aún no ha sido reclamada oficialmente y que posee un alto valor estratégico y científico.
La Tierra de Marie Byrd (MBL) es la única región de Antártida no reclama por ningún país. Con una superficie de 1.610.000 km², es la porción de tierra más grande del mundo, no reclama. Este pedazo de tierra cuenta con bandera e idioma oficial, pero nada más.
El nombre de porción única en el mundo se debe a Richard E. Byrd, un reconocido contraalmirante de la Armada de los Estados Unidos, quien sobrevoló la zona durante una expedición en 1929. Decidió nombrarla Tierra de Marie Byrd, en honor a su esposa. El único país que estuvo cerca de obtener esta tierra fue Estados Unidos, pero los intentos se vieron frustrados.
Según el portal The Polar, aunque la presencia de Estados Unidos en la región abrió la puerta a una posible reclamación de porción de la Antártida, esta nunca se concretó. El motivo fue el Tratado Antártico de 1959, un acuerdo internacional firmado por más de 50 países que congeló cualquier aspiración territorial sobre el continente blanco y lo declaró una reserva natural consagrada a la ciencia y la paz.
Lo curioso es que, pese a ese compromiso, durante varias décadas algunos mapas estadounidenses llegaron a mostrar la Tierra de Marie Byrd como parte del territorio de Estados Unidos, una manera sutil , y quizá simbólica, de marcar presencia.
Pero más allá de los límites políticos, lo que hace especial a esta región va mucho más allá. Bajo su superficie helada, existe una fuente geotérmica de calor que ha llamado la atención de los científicos: una especie de horno natural que derrite lentamente el hielo desde abajo, dando lugar a ríos y lagos ocultos bajo la inmensa capa blanca. Un fenómeno que no solo fascina, sino que podría ayudar a entender cómo responde el continente al cambio climático.