Arqueólogos realizaron un descubrimiento sorprendente en un artefacto de Turquía que tiene alrededor de 12 mil años de antigüedad
Los símbolos rememoraban un evento catastrófico para la humanidad.
En las tierras ancestrales de Turquía, un descubrimiento asombroso el sitio arqueológico de Göbeklitepe, reveló lo que muchos consideran el calendario solar más antiguo jamás encontrado. Esto nos indica que los pueblos conocían el año de 365 días hace 12 mil años.
Un pilar de piedra ostenta marcas que los expertos interpretan como un monumento a un evento cósmico catastrófico: el impacto de un cometa que cambió el curso de la humanidad. Investigadores de la Universidad de Edimburgo analizaron recientemente estas enigmáticas inscripciones.
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Göbeklitepe fascina a arqueólogos y curiosos por igual con sus imponentes pilares de piedra en forma de T. Estos monolitos, decorados con intrincadas tallas de animales y símbolos, esconden más que simples ornamentos. Análisis recientes revelan que algunas de estas tallas funcionaban como un sofisticado calendario, capaz de rastrear eventos celestiales cruciales y marcar las posiciones del sol, la luna y las estrellas.
Esta revelación sugiere que nuestros antepasados prehistóricos poseían un conocimiento astronómico mucho más avanzado de lo que imaginábamos. Utilizaban estos grabados para documentar sus observaciones del cosmos, creando posiblemente el primer calendario lunisolar conocido, una herramienta que combinaba los ciclos solares y lunares para medir el paso del tiempo.
Un estudio minucioso de los símbolos en los pilares arrojó luz sobre su significado. Cada V, según los investigadores, representa un día individual. Esta interpretación permitió identificar un calendario solar completo de 365 días en uno de los pilares, compuesto por 12 meses lunares más 11 días adicionales.
El solsticio de verano, momento crucial en el ciclo anual, recibe un tratamiento especial en estas inscripciones. Aparece simbolizado por una V única, colgada alrededor del cuello de una figura que se asemeja a un pájaro. Los expertos creen que esta representación alude a la constelación del solsticio de verano de aquella época.
La existencia de un calendario tan avanzado en Göbeklitepe, más de mil años antes de otros ejemplos conocidos, desafía nuestras concepciones sobre las capacidades de los primeros humanos. Este hallazgo sugiere una habilidad asombrosa para rastrear ciclos celestiales y otros fenómenos astronómicos con una precisión que creíamos imposible para la época.
Pero la historia de Göbeklitepe va más allá de un simple calendario. Los científicos proponen que estas tallas conmemoran un evento cósmico de proporciones catastróficas: el impacto de un cometa ocurrido hace aproximadamente 13.000 años.
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Este suceso desencadenó una mini era glacial que perduró más de un milenio, provocando la extinción de numerosas especies de megafauna y forzando cambios dramáticos en el estilo de vida y las prácticas agrícolas de nuestros antepasados.