Puede alcanzar hasta 15 metros de altura, y se caracteriza por tener hojas coriáceas, frutos pequeños similares a higos, y un látex blanco que actúa como defensa contra insectos. Sus flores son tan pequeñas que solo pueden observarse con lupa y están contenidas dentro del fruto. Además, su madera se ha utilizado de forma limitada en carpintería liviana y su corteza posee propiedades medicinales reconocidas en la medicina tradicional.
Este árbol no solo sorprende por su biología, sino también por su valor en la regeneración del bosque y su capacidad para colonizar grietas de paredes y muros antiguos, incluso en áreas urbanas.
Árboles que crecen de forma inusual: ¿de dónde provienen?
Según botánicos y ecólogos, hay otros árboles en el mundo que, como el higuerón, presentan formas de crecimiento fuera de lo común:
- Higuerón (Ficus luschnathiana – Argentina y Brasil): árbol epífito que desarrolla raíces aéreas desde lo alto hacia el suelo.
- Ficus benghalensis (India): conocido como baniano, sus raíces aéreas forman verdaderos bosques desde un solo ejemplar.
- Ficus aurea (Centroamérica): típico "árbol estrangulador", con desarrollo similar al higuerón.
- Ceiba pentandra (Amazonas): desarrolla enormes contrafuertes para sostener su altura en suelos poco profundos.
- Tabaquillo (Polylepis australis – Argentina): crece en alta montaña y su corteza se desprende en capas finas como papel.
El higuerón argentino es una verdadera rareza botánica. Su forma de vida comienza suspendido en el aire y termina enraizado en la tierra, conectando el cielo con el suelo. Por su belleza estructural, su aporte a la biodiversidad y su sorprendente modo de crecer, es uno de los árboles más curiosos y admirables de los bosques del noreste argentino.