Si deseas tratar las plagas para evitar que sigan produciendo daños en la cosecha de tu jardín, un insecticida casero puede ser la solución.
Según InfoCampo, los insecticidas caseros se basan en productos orgánicos y no hace falta añadir químicos que resultan dañinos para el medioambiente. De esta forma, combates las plagas de forma sustentable.
Que sean naturales no les resta en absoluto eficacia y seguridad, además de que evitan plagas secundarias. Sin embargo, solo se recomienda aplicar insecticidas caseros cuando tienes una importante población de insectos, no hay que aplicar por aplicar.
Los expertos aseguran que las hojas de tomate son ricas en alcaloides, que tienen propiedades insecticidas y pueden usarse para el control de plagas.
Para preparar el insecticida casero, necesitas llenar dos tazas con hojas de tomate picado y agregar agua. Deja reposando la mezcla al menos una noche y luego diluye la mezcla en dos vasos de agua.
Coloca la preparación en un recipiente con spray para que sea más fácil de rociar en tus plantas. Después de unos días notarás que las plagas del jardín desaparecen.
Una aclaración importante es que deberías mantener a tus mascotas lejos de los sitios donde aplicaste el insecticida, ya que podría resultar tóxico para ellos.