Un equipo de arqueólogos realizó un descubrimiento increíble en Reino Unido: una espada anglosajona del siglo VI, en un estado de conservación que los dejó sin palabras. Los científicos se encontraban trabajando en una tumba ubicada en una zona secreta cuando se toparon con el singular objeto.

El hallazgo se produjo en un área rural de la isla, cercana a Canterbury. Un dato curioso es que los expertos no quieren que se conozca exactamente dónde fue que encontraron la espada, ya que es una zona en la que hubo muchos descubrimientos, y no quieren que los cazadores de tesoros lleguen al lugar en busca de más artefactos.

Según explicaron, el arma es similar a la hallada en el cementerio de Sutton Hoo, en Suffolk. Si bien lo primero que llamó la atención de quienes la encontraron fue su buen estado de conservación, luego fueron descubriendo exquisitos detalles artesanales que determinaron que se trataba de una espada única, o casi única en su tipo.

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Un descubrimiento hermoso

Ya desde el mango se puede apreciar la calidad del arma: es plateado y dorado, con detalles muy vistosos. La hoja no se queda atrás, ya que tiene talladas inscripciones rúnicas a lo largo. La característica que la define, sin embargo, es un anillo que tiene en el pomo.

Este anillo, según los arqueólogos, indica que el dueño de la espada había hecho un juramento a un rey o una persona importante en su época. En la tumba también se halló un pendiente de oro que tenía grabado una serpiente o un dragón, y rastros de una vaina de cuero.

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El descubrimiento está muy bien conservado.

El descubrimiento está muy bien conservado.

Duncan Sayer, arqueólogo principal y profesor de Arqueología de la Universidad de Central Lancashire, destacó en una entrevista con el periódico The Guardian que el objeto "es realmente increíble". Para el especialista, esta se encuentra "en las altas esferas de las espadas, un objeto de élite en todos los sentidos, lo cual es maravilloso. Rivaliza con las espadas de Dover y Sutton Hoo”.

En el lugar ya se han encontrado 12 tumbas, con marcadas diferencias si su ocupante era hombre o mujer. En las de los hombres se descubrieron espadas, lanzas y escudos. En las tumbas de las mujeres se descubrieron cuchillos, hebillas y broches.

Hay todavía otros 200 montículos funerarios esperando a ser investigados, por lo que se cree que los descubrimiento fascinantes seguirán llegando.