Cuando se habla del Cruce de los Andes, muchos imaginan un desfile glorioso de soldados avanzando por la montaña. Pero la realidad fue muchísimo más dura. Esta hazaña, liderada por José de San Martín en 1817, no solo fue una estrategia militar brillante, sino también una proeza física sin precedentes.
Las alturas superaban los 4.000 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas bajo cero, vientos intensos y riesgos de avalanchas. Los soldados llevaban encima todo lo necesario para sobrevivir:
- mantas
- fusiles
- víveres escasos
Se movilizaron cerca de 4.000 hombres junto a más de 10.000 mulas y caballos, fundamentales para transportar la artillería. Algunos relatos cuentan que incluso los animales resbalaban por la nieve, y que muchos murieron en el camino. Aun así, el ejército a de los Andes avanzó.
¿Cómo cruzaron los Andes?
Lo más increíble es que todo este esfuerzo sorprendió completamente al enemigo, que jamás imaginó que un ejército pudiera cruzar esa muralla natural. Y sí, lo hicieron. No solo la cruzaron, sino que ganaron la batalla de Chacabuco días después. Ese fue el primer gran paso hacia la libertad de Chile, y luego del Perú.