Mucha precaución

Cuántas horas pueden los bebés y niños estar frente a las pantallas

Los especialistas en pediatría han brindado informe para tener en cuenta sobre este tema tan sensible para los bebés

Desde que los bebés nacen, una de las grandes preguntas que rondan por la cabeza de sus padres es cómo será su interacción con las pantallas. En la mente de cualquier adulto existe el ideal de que el contacto sea cero, pero a medida que los niños crecen eso va cambiando y hay que encontrar puntos de flexibilidad.

En este informe de la Sociedad Argentina de Pediatría se brindan detalles sobre cómo tener un equilibrio que es necesario de los bebés y niños con las pantallas que tenemos dentro de la casa, ya sea de teléfonos celulares como de televisores y otros artefactos. Por eso se convierte en una guía esencial para poder aprender junto a los más chiquitos.

Las horas de los bebés frente a las pantallas

La Sociedad Argentina de Pediatría ha emitido recomendaciones precisas sobre el uso de pantallas en niños, con el objetivo de proteger su desarrollo integral. Antes de los dos años, es decir cuando son bebés, se desaconseja totalmente la exposición a pantallas. Esto se debe a que el sistema nervioso central y el aparato psíquico se encuentran en una etapa de maduración crucial.

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Hay que limitar las pantallas en bebés y niños.

Hay que limitar las pantallas en bebés y niños.

La información que brinda la organización Healthy Children en su página web suma que cuando los bebés ya son niños, entre los 2 y 5 años, hay que limitar el tiempo frente a las pantallas a un máximo de una hora diaria. Claro que esto siempre con la supervisión de sus padres sobre los contenidos que consume.

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Hay que limitar las pantallas en bebés y niños.

Hay que limitar las pantallas en bebés y niños.

Mientras que entre los 5 y los 12 años, se recomienda no superar una hora y media diaria dedicada al entretenimiento con una pantalla de cualquier tipo. Los especialistas insisten en el punto de que es importante recordar que la calidad del contenido es más relevante que la cantidad que los bebés y los niños consumen.

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