Palma también destacó que este retraso impacta directamente en los médicos, quienes deben hacer frente a costos operativos y tecnológicos en sus consultorios, lo que se suma a que los pagos de las obras sociales y prepagas llegan con un atraso de entre 30 y 60 días.
“El pago de nuestros honorarios se acredita con un atraso entre 30 y 60 días, lo cual disminuye el valor adquisitivo de nuestro dinero”, explicó el titular del Círculo Médico.
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El aumento es una medida que afecta tanto a las consultas médicas generales como a las especialidades, y es parte de un contexto económico complejo para los profesionales de la salud en la provincia.
Los afiliados a prepagas y obras sociales suelen tener cubierta una parte o la totalidad de la tarifa, pero quienes no cuentan con esa cobertura se ven obligados -en caso de que vayan a un profesional particular- a desembolsar el importe marcado.