El micro se encontraba a la altura de la parada de la plaza principal de la ciudad, cuando una joven pasajera se descompensó y se desvaneció. “Cuando me percaté de lo que estaba pasando, le pedí a los pasajeros que abrieran las ventanas y dejaran circular el aire", contó el chofer Franco Palacios, en un reportaje que le realizó el medio local Radio Regional.
El colectivero contó que "soy hijo de policía y, por curioso, algo sé de primeros auxilios. Así que ayudé a la madre de la chica que se había desmayado", y agregó que "intenté calmar a la mujer, que estaba muy nerviosa, y llamé al 911".
Sobre esto, el colectivero dijo que la atención que recibió "la verdad, deja mucho que desear. Cuando le expliqué al operador lo que estaba sucediendo, me dijo que me derivaban al Servicio Coordinado. Allí me atendieron y me dijeron que no habían ambulancias".
Con ese cuadro, Palacios llamó a su empresa, les explicó la situación "y avisé que había tomado la determinación de llevarla yo mismo al Hospital. Esa chica no podía seguir esperando, con todas las vueltas que me dieron en el 911”.
Luego “les avisé a los pasajeros para que, los que iban cerca, se bajaran allí y me dirigí al Hospital", eligiendo el camino más directo, fuera de su recorrido.
Recuerda que "cuando llegué, me estaban esperando. Fue muy buena la atención que le dieron a la chica. Me agradecieron y los médicos me dijeron que si me hubiera demorado más, la historia sería otra”.
Franco Palacios contó que, al día siguiente, lo llamó la familia de la joven descompensada, que fue estabilizada y que ya se encontraba recuperándose. "Cuando recibí la llamada del padre de la pasajera, no pude contener las lágrimas" e indicó que, cuando sucedió todo "sólo pensé en la salud de la chica y me arriesgué, no podía esperar a que fuera una ambulancia o un móvil”.
Una pasajera que iba en ese colectivo y vivió toda la secuencia, publicó lo ocurrido en su muro de Facebook. En una fracción del relato, contó que el chofer "cortó camino por donde mejor pudo, se metió adentro del hospital y dejó a la chica con su madre en la puerta de la guardia, para que la asistieran. Yo me asusté, y nunca imaginé que el chofer fuera a hacer eso. Al bajar del micro lo felicité y el solo me dijo que era su obligación. Yo le dije que le agradecía, que no todos hacen lo mismo, que por personas como él uno se siente más seguro. ¡Gracias!".