El proyecto PALEOMAP, fundado por el geólogo y paleo geógrafo Christopher Scotese, es una iniciativa científica que tiene como objetivo reconstruir los movimientos de los continentes a lo largo de los últimos 1.000 millones de años y proyectar su evolución futura.
Mediante el uso de datos geológicos, paleomagnéticos y fósiles, Scotese y su equipo han generado mapas detallados que muestran cómo se ha reconfigurado la superficie terrestre desde el Precámbrico hasta la actualidad, y cómo podría hacerlo en los próximos cientos de millones de años.
La base del proyecto radica en el concepto de tectónica de placas, la teoría que explica cómo grandes fragmentos de la litosfera terrestre (las placas) se desplazan lentamente sobre el manto terrestre. Estos movimientos han dado forma a los continentes tal como los conocemos hoy, y seguirán modificándolos en el futuro.
A lo largo de la historia de la Tierra, los continentes se han unido y separado varias veces, formando supercontinentes como Rodinia, Pangea y Gondwana. Según los modelos del PALEOMAP, este ciclo se repetirá una vez más.
El modelo proyectado por Scotese anticipa la formación de un nuevo supercontinente que ha sido denominado Pangea Proxima (o Next Pangea). Algunas de sus predicciones incluyen:
Esta proyección no es solo una curiosidad futurista. Entender cómo se moverán los continentes ayuda a prever zonas de riesgo sísmico, cambios climáticos a largo plazo y patrones de biodiversidad.
Conocer la historia geológica de la Tierra es clave para entender el presente y prepararnos para el futuro. El proyecto PALEOMAP no solo permite anticipar cómo será el planeta dentro de millones de años, sino que también ofrece herramientas fundamentales para la investigación, en cambio, climático, evolución biológica, y recursos naturales como el petróleo o los minerales.
Además, esta reconstrucción ayuda a comprender cómo se formaron y desplazaron los hábitats de especies extintas, y cómo estos cambios influyeron en la evolución de la vida.