Aunque no lo creas, es posible germinar y plantar tus propias plantas de sandía a partir de semillas viejas que provienen de la fruta. Esta planta es muy hermosa y se adapta al jardín sin problema. Además, las plantas de sandía dan frutos poco tiempo después de su nacimiento, una enorme oportunidad para cultivar en invierno y tener sandía fresca en el verano.
Hoy te voy a explicar paso a paso cómo germinar semillas de sandía en casa, cómo pasar los brotes a tierra y, finalmente, cómo cuidar las plantas adultas. Continúa leyendo para descubrirlo.
Para este truco de jardinería en casa vas a necesitar: entre 15 y 20 semillas de sandía limpias, un alicate de uñas, dos servilletas de papel y una fuente de cocina.
Germinar requiere paciencia y atención. Para comenzar, coloca una servilleta de papel limpia sobre la fuente, luego corta un poco una de las puntas de las semillas de sandía con ayuda del alicate y colócalas sobre la servilleta separadas entre sí.
Coloca la otra servilleta encima y rocía con agua por encima. Espera algunos días y renueva el agua sin humedecer demasiado, esto podría ahogar las semillas de la futura planta.
Una vez que tengas brotes de más o menos 3 centímetros ya puedes colocarlos en una maceta con sustrato nutritivo para finalmente pasar la planta al suelo.
Las plantas de sandía necesitan espacio y abundante tierra, sobre todo porque los frutos son muy grandes. Estas plantas necesitan agua sin charco (preferentemente un riego por goteo) y mucha luz solar.
Lo ideal es plantar sandía en casa solo si cuentas con el espacio apropiado en le jardín y las condiciones de luz, agua y temperatura óptimos para que crezcan sanas. Esta planta da frutos principalmente en el verano y primavera.