Su nombre es Azucena Agüero Blanch y, según ella, "hace 40 años que soy la Bruja de Menem", dice orgullosa y evitando eufemismos. Es mendocina -nacida en Bardas Blancas, Malargüe-, artista plástica y docente, pero todo el mundo la conoce por haber guiado al caudillo riojano hasta el punto más alto que puede aspirar un político: ser presidente. Pero su vida es y ha sido mucho más que eso.
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Carta de presentación
"Mis dones para la adivinación están desde mi nacimiento. Nací a los seis meses (de gestación), pesando 800 gramos, al sur de Malargüe, en Bardas Blancas, en una escuela. Me crié con un guanaco. Toda mi familia es de Merlo, San Luis. El famoso Algarrobo de los Agüero es nuestro", inicia su pequeña "autobiografía" radial.
"Mi padre era un caudillo radical, y lo perseguían para matarlo los peronistas en el '50. Soy la menor de 13 hermanos, entonces papá viajó con mamá a una escuela, donde la nombraron directora a ella, y ahí me parió a mi. Nací tan pequeñita (prematura) a raíz de todos los conflictos que habían", relató sobre la llegada a su lugar de nacimiento, donde también descubrió sus poderes adivinatorios precoces.
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Azucena hoy tiene 69 años, y en una jugosa entrevista realizada en el programa En Primera Persona, que conducen Carina Scandura y Carlos Hernández en el mediodía en Radio Nihuil, contó su "vida y milagro", y mostró facetas que muchos desconocen de esta mujer, que por ejemplo fue entrevistada por la revista New York Times en diciembre de 1998, cuando la figura de Carlos Menem llamaba la atención en Estados Unidos.
"Nací con el don de la videncia. Cualquiera puede tirar las cartas, es algo que se aprende, pero no sirve para nada. Para que te digan lo que vos ya sabés, no tiene sentido", enuncia Azucena, que explica cuál es su verdadero poder: "Lo que hay que hacer, lo que hago yo, es trasmutar la energía de un ser humano para que le vaya espectacular. Para eso hay muy poca gente".
Cómo trasmutar, cambiar
Enunciada la palabra trasmutar, nadie mejor que la adivina para contextualizarla: Para trasmutar no hace faltan cosas raras. Hay que estar concentrados en la vida diaria. Yo estoy concentrada desde que me levanto hasta que me acuesto. O sea, vivo en meditación permanente. Por eso me molesto cuando hablan pavadas en la televisión", se queja de la liviandad con se trata el tema, en los medios masivos, banalizándolo.
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Para mejorar nuestra vida, y nuestro entorno, la maga chamana explica: "Se trata de ayudar a la gente las 24 horas del día y vivir concentrada. Lo que vos das, el Cosmos te lo va a devolver. Existe un banco cósmico en elque lo que das, te vuelve en seguida".