Salir a caminar trae un montón de beneficios para la salud. Es una actividad simple y no se necesita nada extra, además que hace muy bien al bienestar general.
Salir a caminar trae un montón de beneficios para la salud. Es una actividad simple y no se necesita nada extra, además que hace muy bien al bienestar general.
Salir a caminar se trata de una sencilla actividad que podemos realizar en cualquier momento del día y que apenas requiere esfuerzo, pero es que además está llena de ventajas que nos harán mantenernos en forma y ayudarnos a llevar una vida saludable. Salir a andar es una práctica que, tomada como costumbre, se puede convertir en un gran aliado de nuestra salud.
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Salir a caminar a diario es una de las prácticas más sanas que tenemos al alcance de nuestra mano y además se trata de un deporte apto para todas las edades, niveles e intensidades. Solo depende del objetivo que te marques.
No obstante, es necesario hacerlo siempre bien equipado y lo principal es un buen calzado y unas mallas cómodas que nos permitan libertad de movimiento.
Está demostrado que caminar quema más grasa y calorías que otros ejercicios, ayuda a que el sistema cardiovascular se active y fortifique, y te ayuda a eliminar el colesterol perjudicial para el organismo.
Si tienes problemas cardiacos o vasculares, sufres estrés o depresión o sientes dolor en las articulaciones, caminar te puede ayudar mucho. Es una actividad física que exige menos a las articulaciones y si lo hacemos a un buen ritmo se convertirá en aeróbica.
Conseguiremos fortalecer el corazón. Reduciremos la presión arterial y el riesgo de sufrir un infarto en torno a un 25%. Además, puede ayudar a frenar la pérdida de masa ósea, muy importante sobre todo para las personas con problemas en los huesos. Se recomienda caminar durante al menos media hora a paso ligero.
Hacer deporte es divertido, no tiene que convertirse en un suplicio. Algunos estudios muestran que cuántos más pasos daba una persona al día mejor se sentía anímicamente.
Un resultado que se consiguen gracias a la segregación de endorfinas. Es más, si tu ejercicio crece en intensidad, conseguirás un efecto más potente. Pero empieza poco a poco.
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Si decides salir a caminar solo, tu lista de reproducción de música favorita te puede acompañar. O simplemente, disfruta del ambiente. Si vas a caminar con alguien intenta que estar a un nivel similar para conseguir un mejor resultado para ambos.
Además, recuerda mantener las medias de seguridad. Y lo más importante, no te olvides de dejar a un lado tus preocupaciones y disfruta del momento.
¿Tienes problemas para dormir? Salir a caminar o correr te ayudará a combatirlo. El pasado año, un estudio de la Universidad de Brandeis de Estados Unidos fijó en 7.000 pasos diarios para conseguir conciliar el sueño como un bebé.
Lo que podría equivaler, dependiendo del ritmo de cada uno, a una hora caminando o recorrer 5 kilómetros. Gracias a la tecnología tenemos una multitud de aparatos, sensores y apps que nos ayudan a controlar nuestro recorrido.
A priori, algunas personas pueden pensar que para conseguir bajar algún kilito de más o ponerse en forma hay que realizar una actividad física de mayor intensidad que caminar.
Sin embargo, se puede perder peso de esta manera.
Como en cualquier otra actividad, deberás combinarlo con una dieta sana y equilibrada para ser más efectivos. El resultado dependerá del ritmo, tiempo o la distancia recorrida.
Es importante empezar poco a poco, sino se puede correr riesgo de alguna pequeña lesión, cansancio o abandono de la rutina.
Asimismo, caminar también ayuda a mantenerte y tonificar tus músculos. Se pueden incluir intervalos de distintos ritmos, caminatas inclinadas y por supuesto, diferentes recorridos.
Lograrás tonificar la masa muscular de las piernas y músculos del abdomen. Además, si realizas un movimiento continuo de los brazos, también reforzarás estas extremidades.