Los vikingos usaban embarcaciones impresionantes llamadas drakkars, con velas y remos, capaces de cruzar el Atlántico Norte sin brújulas ni mapas modernos. Con ese tipo de barcos llegaron hasta Groenlandia, Islandia y, sí, también América.
Aunque esa colonia no duró mucho, su existencia marcó un hito histórico. Según National Geographic en 1960, un grupo de arqueólogos descubrió los restos de aquel asentamiento vikingo en L’Anse aux Meadows, confirmando que lo que contaban las sagas tenía una base real. Los textos antiguos hablaban de un lugar fértil, con uvas silvestres, bosques y abundancia, lo que explica el nombre “Vinland” (tierra del vino).
Historia: ¿Por qué casi nadie lo supo durante siglos?
¿Por qué se recuerda más a Cristóbal Colón que a los vikingos? Porque el viaje de Cristóbal Colón marcó el inicio de la colonización europea en América, con consecuencias duraderas. En cambio, la expedición de los vikingos fue efímera, y durante siglos se creyó que solo era una leyenda. Pero la historia, una vez más, nos sorprende.
El paso de los vikingos por América fue breve. Aunque intentaron establecerse, los enfrentamientos con pueblos indígenas como los Beothuk y las duras condiciones climáticas los obligaron a abandonar la zona. No hubo una conquista ni un impacto duradero como el de los viajes de Colón, lo que hizo que su presencia pasara desapercibida durante mucho tiempo.
Pero hoy, con los hallazgos arqueológicos y la revisión histórica, se confirma algo asombroso: los vikingos llegaron primero. Y aunque no cambiaron el continente como lo harían otros siglos después, su historia nos recuerda lo lejos que podía llegar la curiosidad humana... incluso antes de que el mundo supiera que había otro continente por descubrir.