Ser consciente del cepillado de los dientes es fundamental y no solo por una cuestión estética. Sin embargo, hasta aquellos que suelen cuidar de su salud dental pasan de largo este error.
Ser consciente del cepillado de los dientes es fundamental y no solo por una cuestión estética. Sin embargo, hasta aquellos que suelen cuidar de su salud dental pasan de largo este error.
Esta actividad cotidiana no se debe pasar a la ligera, ya que es necesario para evitar el color amarillo, el sarro dental y las caries. A largo plazo un mal cepillado tiene serias consecuencias.
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Según Clínic Mayo cuando te cepillas, quitas los alimentos y la placa de los dientes. La placa es una película blanca y pegajosa que se forma en los dientes, y contiene bacterias. Después de comer una comida o un refrigerio que contenga azúcar, las bacterias de la placa producen ácidos que atacan el esmalte dental.
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Un buen cepillado es esencial de lo contrario se daña el esmalte dental y los dientes quedan más vulnerables a problemas. Por otro lado, si no lleva una correcta limpieza, las bacterias acumuladas en ellos se cristalizan y forman una capa amarillenta indeseable llamada sarro, la cual es costosa de eliminar.
Muchas personas optan por cepillarse los dientes luego de tomar el desayuno, pensando que esto ayudará a eliminar los restos de alimentos y mantener la boca más limpia. Sin embargo, los dentistas señalan que esta práctica puede ser perjudicial, especialmente si se han consumido alimentos o bebidas ácidas, como jugos de frutas o café.
El problema es que, tras ingerir alimentos ácidos, el esmalte dental se vuelve más vulnerable al desgaste. Al cepillarse inmediatamente después, se corre el riesgo de erosionar el esmalte, lo que a largo plazo puede provocar sensibilidad dental y manchas.
Por esta razón, los especialistas recomiendan esperar al menos 30 minutos después de comer para cepillarse los dientes. Este tiempo permite que la saliva neutralice los ácidos y proteja el esmalte, reduciendo así el daño y manteniendo una sonrisa saludable.
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