Prime Video es furor con la romántica serie turca más apasionante del mundo, una historia muy parecida a la exitosa y recordada, Romeo y Julieta
Excelente serie turca. Prime Video tiene la serie turca más apasionante del momento con, Engin Akyürek y Neslihan Atagül.
Prime Video es furor con la serie turca más romántica del momento. Prime Video tiene un variado y exitoso catálogo de series y películas turcas, entre las que triunfa, La hija del embajador.
La serie turca La hija del embajador tiene 2 temporadas. Nare, la hija de un embajador que llegó a la ciudad de Bodrum cuando era una niña, se enamora de Sancar, el hijo de un jinete.
Sancar (Engin Akyürek) es el hijo de un leñador pobre que nunca ha salido de la región turca de Mugla. Nare (Neslihan Atagül) es la hija de un embajador que ha crecido en distintas ciudades del mundo.
Entre los dos se estableció un fuerte vínculo que se convirtió en un amor de leyenda, pese a que solo se podían ver un par de días al año y a que el padre de él se oponía a su relación.
Los dos decidieron escaparse para casarse en secreto, pero ella desapareció durante la noche de la boda. Algunas personas aseguran que murió tras caer al mar, pero él cree que huyó y lo abandonó.
La protagonista de la historia reaparece nueve años después y se reencuentra con el que había sido su gran amor. El problema es que lo hace durante la boda de Sancar con otra mujer. Además, la acompaña Melek (Beren Gençalp), una hija que él no sabía que tenía.
La reseña de la serie turca La hija del embajador, cuenta que Sancar y Nare están enamorados desde niños, aunque el padre de ella, de alta posición, está categóricamente en contra de su relación. Así, los jóvenes deciden escapar y casarse en secreto, cuando la novia desaparece repentinamente.
Él cree que ella huyó arrepentida, pero realmente fue su padre el responsable de ello. Años después, los jóvenes se encuentran nuevamente. Sin embargo, Sancar está preparando su boda con otra chica.
En este momento, se produce el debate entre el amor verdadero que no desaparece con el tiempo y el resentimiento y las nuevas obligaciones.