La serie de Netflix, que no tiene desperdicio, tiene escenas que valen la pena ver y hay que estar más que preparado
La actriz Laura Haddock interpreta a Zoe Walker en la serie de Netflix.
La plataforma de Netflix está arrasando con la serie White Lines, una producción de 2020 que la está rompiendo y contiene una trama muy potente, de las más atractivas, que la llevó a ubicarse entre las más vistas.
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Se trata de una serie británica de drama y suspenso, dirigida por Álex Pina y protagonizada por Lauta Haddock.
Con las mejores críticas por parte de los especialistas, esta serie de Netflix, de 10 capítulos de alrededor 1 hora de duración cada uno, no es para los usuarios que estén acostumbrados a comerse las uñas de tanta tensión.
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Zoe Walker (Laura Haddock) decide dejar su vida tranquila en Inglaterra, para formar parte de la investigación sobre la desaparición de su hermano, en Ibiza, España. Al intentar reconstruir las últimas horas antes de desaparecer, el temor de Zoe aumentará al verse inmersa en un mundo decadente y peligroso.
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