En su última sesión, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza para ceder a perpetuidad a Nuri Ribota una parcela de terreno del Cementerio Central para la instalación de una bóveda particular donde serán inhumados los restos mortales de Paula Toledo, la joven brutalmente asesinada en 2003 y cuya madre aún busca justicia.
El objetivo es que sea un lugar de homenaje y memoria a “Poli”, como le decían en vida, y de su familia.
La concejal Cristina Da Dalt, autora del proyecto, consideró “necesario destinar un sector del cementerio Central para que definitivamente descansen los restos de Poli y sus familiares directos” y para que “en vida la madre de Paula tenga la seguridad que un día sus restos podrán descansar definitivamente junto a los de su amada hija y su familia”.
La edil destacó “la lucha incansable de esta madre que aún a costa de su propia salud luchó y sigue luchando, no solamente por la memoria de su hija sino para que esta sociedad tenga memoria del daño que puede provocar una injusticia y para que nunca más suceda”.