Luego de unas semanas de entrenar CrossFit, Charles Banfield dijo que la espalda le dolía constantemente y sus articulaciones se sentían terribles. Los dolores y molestias del hombre de 47 años eran tan intensos, que al principio culpó a su cama y compró un colchón nuevo.
Después de sentir un dolor agudo durante un ejercicio particularmente intenso, el director general de una compañía de planeación de eventos con sede en Los Angeles se enteró que se había rasgado el tendón de Aquiles.
Aunque aún no hay estudios a fondo, algunos quiroprácticos, médicos y entrenadores dicen que las historias como las de Banfield son cada vez más frecuentes ante la creciente popularidad de los entrenamiento de intervalos de alta intensidad como el CrossFit y otros programas similares.
Dichos entrenamientos incluyen movimientos de alto impacto como brincar a plataformas y se practican por tiempos cortos, con frecuencia sin descanso para maximizar los efectos, pero algunos expertos dicen que los participantes se estresan más allá de lo que deben soportar mientras columpian pesas rusas sobre sus hombros y hacen flexiones de cabeza.
La noción de que la gente sobreentrena ha creado toda una industria destinada a ofrecer ejercicio de menor impacto o ayudar a quienes se recuperan de lesiones a continuar ejercitándose, pero sin exacerbar sus problemas.
Muchos practicantes de ejercicios de alta intensidad no tienen la condición adecuada para ejercicios tan rigurosos, o tienen problemas en columna y espalda que pueden empeorar, dijo Marc Umlas, director de cirugía ortopédica en el centro médico Mount Sinai de Miami, quien indicó que su consultorio ha visto un aumento en lesiones por practicar CrossFit y otros programas similares.
Una vocera de CrossFit indicó que es más probable que los médicos vean a lesionados por practicar el programa sólo porque tanta gente lo practica, no porque sea un ejercicio más peligroso. Un programa que sea totalmente seguro sería inefectivo, dijo el vocero de la compañía Russell Berger.
Muchos ejercicios de alta intensidad no son para la persona promedio, opina Jorden Gold, fundador de Stretch Zone, en donde durante una sesión de 30 minutos terapeutas estiran a clientes en una tabla de ángulos que son casi imposibles estirar sin asistencia.
"La mayoría no debería ir desde el principio... Es entrenamiento olímpico", dijo Gold.
En LIT Method, un estudio de Los Angeles especializado en entrenamiento de bajo impacto para lesionados, los clientes cambian entre sesiones cardiovasculares y entrenamiento de fuerza. "Entre 85% y 90% de nuestros clientes llegan con algún tipo de lesión y no quieren lastimarse más", dijo el cofundador de LIT Method, Justin Norris.