Caminos serpenteantes conducen a los visitantes través de colecciones botánicas cuidadosamente planificadas, donde cada estación revela nuevas flores y plantas adaptadas al clima subtropical de Florida.
Majestuosos robles cubiertos de musgo español crean un dosel natural sobre los senderos cercanos al pueblo, proporcionando sombra a quienes exploran los rincones más apartados de este santuario vegetal.
La naturaleza salvaje de Florida encuentra refugio entre las áreas cultivadas, creando un equilibrio único entre los espacios diseñados y los ecosistemas nativos.
Los expertos en jardinería mantienen viva la visión original de Olmsted Jr., adaptando las técnicas de conservación a los desafíos que presenta el clima cambiante de la región.
La joya arquitectónica del pueblo
Una torre neogótica de ocho pisos emerge entre la vegetación, convirtiéndose en el punto focal de estos jardines históricos que atraen visitantes de todo el mundo.
torre´lago-wells.jpg
La torre del lago es la joya arquitectónica del pueblo.
Conocida como la Torre Cantarina, esta estructura alberga un carillón compuesto por campanas especialmente afinadas que llenan el aire con melodías que resuenan por todo el pueblo.
Cerca de la torre, una mansión de estilo español construida en la década de 1930 permite a los visitantes transportarse a la época dorada de Florida.
Los amantes de la naturaleza encuentran en los senderos naturales oportunidades para observar aves y vida silvestre que prosperan en este entorno protegido.
Durante el recorrido por los jardines, los visitantes provenientes de Orlando pueden apreciar las diferentes altitudes del terreno, una característica poco común en la topografía de Florida.