Este miércoles en el Tribunal Oral Federal de Paraná continuó el juicio oral y público a los médicos Miguel Torrealday, David Vainstub y Jorge Rossi, socios del Instituto Privado de Pediatría (IPP), acusados de la sustracción y sustitución de la identidad de los hijos mellizos de los desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela. Por la sala pasaron seis testigos, entre ellos una enfermera del Hospital Militar que relató cómo fue la derivación de los bebés desde ese nosocomio hacia la clínica de calle España, desde donde fueron entregados posteriormente a personas desconocidas.

Por primera vez se juzga en Entre Ríos la responsabilidad de médicos civiles en el delito de robo de bebés, considerado crimen de lesa humanidad cometido en el marco del terrorismo de Estado que llevó adelante por la última dictadura. Como suele ocurrir en este tipo de juicios, los testimonios resultan una herramienta clave para reconstruir la verdad histórica de lo sucedido hace 40 años.

Lo central de la jornada fue la declaración de una enfermera que estuvo presente en el momento en que los bebés salieron del Hospital Militar, llevados por "un médico del IPP". Esta afirmación contradice el argumento de los imputados en cuanto a que no habrían tenido ninguna intervención en los hechos.

Se estima que el traslado ocurrió el sábado 4 de marzo de 1978, porque ese día fue anotada la beba mujer en el Instituto, con el nombre falso de Soledad López. La mujer también aportó información acerca de que el bebé varón pasó primero por el hospital de niños San Roque, para recién luego ir a la institución privada, donde fue anotado como NN López el 10 de marzo.

La trabajadora recordó que un día ingresó a su guardia en la Terapia Intensiva del nosocomio de avenida Ejército, a las 6 de la mañana, y se encontró con los mellizos en ese lugar, los dos en una misma incubadora. "Los veíamos desamparados", expresó. "La enfermera que me pasó la guardia (no recordó quién era) dijo que eran NN y así estaban anotados en la hoja de enfermería. No sabíamos quiénes eran". Mencionó que la nena estaba "perfecta" y era "más activa", mientras que el varón se encontraba "más descompensado, con menos defensas".

Luego relató que fue el médico Juan Ferrarotti, quien ingresaba a su turno de guardia en Terapia, quien decidió y gestionó la derivación, dado que no era un lugar adecuado para la atención de recién nacidos. "Cuando llegó Ferrarotti le dije que no sabía qué hacer. Él llamó al IPP y dijo: 'Mandame urgente una ambulancia con dos incubadoras'. A los 20 minutos llegó la ambulancia con un médico y los llevaron", contó.

Durante las dos horas que aproximadamente estuvo con los mellizos, la enfermera del Hospital Militar se ocupaba de controlar la temperatura de la incubadora, hasta que alrededor de las 8 "ingresó a la sala el médico del IPP, habló con Ferrarotti y se llevó a los bebés". No pudo recordar qué médico era pero dijo que era "de estatura normal y delgado". Aseveró que quien tomó la decisión de derivarlos fue Ferrarotti por su propia cuenta. También mencionó al doctor Alfredo Berduc: era el médico que estaba de guardia en Terapia Intensiva en el turno anterior y estimó que como tal debió ser quien ingresó a los niños.

La mujer dijo que posteriormente se enteró, por comentarios de personal del Instituto, que el niño debió ser trasladado en primer lugar al San Roque, desde donde regresó días después al IPP tras recuperarse de su problema de salud. Esta información es importante para develar el misterio que existe sobre dónde estuvo el mellizo varón entre el 4 y el 10 de marzo. Supo también por dichos que la madre de los bebés era "una guerrillera". Se trata de Raquel Negro, quien estuvo cautiva hasta el momento del parto y luego fue asesinada por los represores y sus restos continúan desaparecidos, tal como se acreditó en la causa Guerrieri.

El funcionamiento del IPP

Durante la audiencia de este miércoles brindaron testimonio tres mujeres que tuvieron a sus bebés internados al mismo tiempo que los mellizos Valenzuela Negro en el Instituto Privado de Pediatría. Una de ellas indicó que, más allá del médico de cabecera de su hija (de apellido Gallino), en la neonatología lo atendía el médico de la institución que se encontraba de guardia, y mencionó específicamente a Torrealday y Vainstub.

Otra madre dijo que a su hija la atendió el imputado Rossi, que era su pediatra, mientras que otra informó que a cargo de su criatura estaba Ángel Schroeder, socio de los enjuiciados ya fallecido.

Aunque no pudieron recordar otros detalles, principalmente si había mellizos internados en ese momento, la información que brindaron es necesaria porque son indicios de la presencia permanente de los propietarios Torrealday, Vainstub y Rossi en la sala de neonatología, apenas un año después de su creación, con lo cual no pudieron desconocer lo sucedido.

La jornada se completó con las declaraciones de una ex trabajadora del IPP y un contador externo que comenzó a prestar servicios para la empresa en 1980, es decir, dos años después de los hechos.

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Foto: UNO/Juan Ignacio Pereira.
Foto: UNO/Juan Ignacio Pereira.
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