La abogada, especialista en Derecho Animal, Karina Ozón explicó a UNO que en Entre Ríos hay que evitar el desgate del sistema judicial: "Tenemos que entregarles todos los elementos necesarios a los jueces y fiscales".
Para que un caso prospere aconsejó hacer la denuncia en una fiscalía o en una comisaría "no en Facebook" más allá de reconocer que las redes son muy importantes para las campañas solidarias o para ejercer presión.
El tema es que las denuncias "deben hacerse en donde corresponden y como se debe porque sino las causas no prosperan y la gente tiene el vacío de sentir que nunca se hace justicia con nada", remarcó Karina en su estudio paranaense.
Ozón patrocinó el caso en donde la justicia de Entre Ríos reconoció a los animales como "sujetos de Derecho"
La historia de Karina con los animales comenzó cuando Sofia, su perra fiel durante unos 20 años, murió en sus brazos. En ese momento se prometió trabajar por "los más desprotegidos" aunque comenzó haciéndolo en forma paralela a su profesión.
Hace 10 años, luego de la muerte de la perrita que la acompañó "durante la secundaria, la universidad, los novios", comenzó a conectarse con organizaciones y activistas por los derechos de los animales.
"Fue una necesidad que me generaba bienestar y me fui dando cuenta que había un área muy carente de legislación y asesoría", explicó sobre el primer contacto con el Derecho Animal.
Viajó para conocer las experiencias en países desarrollados y siguió estudiando para construir su pensamiento dentro de la rama que en el mundo tiene unos 50 años y se debate entre el abolicionismo y el bienestarismo.
Ella advierte que está "evolucionando hacia el abolicionismo" y resalta que en ese mismo camino transitan, de una manera más lenta, los municipios argentinos en donde se prohibieron las carreras de perros, la pirotecnia y la tracción a sangre.
El tema es que "hay un apetito de justicia, la gente quiere justicia ya para los más desprotegidos pero se necesita mucho tiempo" aclaró sobre la realidad en Entre Ríos.
Este año en Paraná, la situación de los caballos que tiran carros volvió a estar en el centro de las discusiones: "No soy extremista, si bien defiendo al animal, que es a lo que me dedico también hay una responsabilidad del Estado que está ausente porque es quien debe proveerle a una persona, escasa de recursos, los medios para que pueda desarrollarse en forma digna, porque tampoco es digno para el carrero, su mujer y sus hijos. Hay una ausencia de voluntad política. Esto se cambia con educación y brindando herramientas", sentenció.
La letrada realizó un cálculo en donde estima que de los 800 caballos que son explotados en Paraná, la mitad padece anemía equina, que es una enfermedad infecciosa por lo que habría que eutanasiar al 50% de los equinos. Un 25% es conducido por niños y niñas que deberían estar en la escuela y no arriba de un carro trabajando. El restante cuarto de los caballos son explotados por hombres a los que hay que capacitarlos en un oficio.
En este contexto remarcó que cuando se abren las discusiones sobre el tema "todo el mundo critica a las proteccionistas porque son verborrágicas, agresivas, pero yo sin ellas no hago nada con el derecho animal y los perros se me mueren en las calles. Ellas hacen una tarea muy loable. Ponen su dinero, su tiempo, cubren lo que debería hacer el estado", reconoció.
Crucial
La directora del Instituto de Derecho Animal, en donde trabaja junto con cinco colegas dentro del Colegio de Abogado de Entre Ríos, adelantó que están analizando la violencia interpersonal porque asegura que está relacionada en forma directa con la violencia hacia los animales.
"Estamos trabajando con los juzgados de familias en el interior de Entre Ríos porque un tipo que mata un perro o despelleja un gato, si le estudias la cabeza, hay algo que no está bien". En este marco resaltó que es un buen momento porque los políticos se dieron cuenta de lo que significan los animales para las personas y se aprovecharon para tomar medidas proteccionistas porque están al tanto del impacto que causan.
En el primer Encuentro Nacional sobre Derechos de los Animales no Humanos que organizó el Departamento de Ciencias Sociales de la UBA presentaron una estadística en donde demostraron que un tercio de la población argentina es animalista y otro tercio tiene respeto por las medidas que se toman para cuidar a los animales.
Más allá de tener los números a favor, Ozón continúa trabajando porque sabe que los desafíos son grandes. Uno de los pasos más significativos que dará será en el Consejo General de Educación (CGE) cuando proponga el Derecho Animal como materia de estudio en Primaria y Secundaria.