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Pablo Magistocchi y Jason Arceneaux, de IMPSA, en una de las charlas con el gobernador Alfredo Cornejo y la ministra Jimena Latorre.
El gobierno de Estados Unidos está al tanto del conflicto. La embajada ya intercedió pero, hasta el momento, sin resultados positivos.
Deuda y contratos incumplidos: el estado de IMPSA
Con la firma de la cesión de las acciones llegó el primer desembolso de IMPSA. A esos casi 7 millones de dólares con los que se inició la capitalización, se sumaron dos desembolsos más y un acuerdo de reestructuración de la deuda de 560 millones de dólares que ya fue presentado y espera aprobación.
Entre tanto, inició el achique de la empresa de capitales extranjeros. “Había cargos duplicados”, dijeron desde adentro de IMPSA, y comenzaron los despidos –que, en principio, aún no terminan-.
Lo que le falta a IMPSA es caja. El freno del pago de contratos vigentes por parte del gobierno nacional complejizó el día a día de la firma instalada en Mendoza. Ya son 18 los millones de dólares de deuda acumulada en virtud de tres contratos principales con diferentes reparticiones estatales: la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Yacyretá (EBY) y el Ministerio de Defensa.
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La planta nuclear para la que trabajó IMPSA.
El principal es el de las turbinas de la central hidroeléctrica Yacyretá, en la que IMPSA efectuó una inversión fuerte esperando el repago. Los otros son por la fabricación del reactor nuclear CAREM 25 y el Tanque Argentino Mediano (TAM) 2C.
La presión por los pagos llega no solo desde el gobierno de Estados Unidos sino también desde el de Mendoza. A nadie le conviene que la primera privatización de Milei y la llegada de inversores extranjeros a la Argentina (y a la provincia) se ensucie por esa plata.
"Hemos adoptado el compromiso de transmitir a otros posibles inversores (para Argentina y Mendoza) cómo fue el proceso y su transparencia", decía en Vendimia el venezolano Jorge Salcedo, presidente de IMPSA.
Esa promoción gratuita para la atracción de capitales estadounidenses es la que algunos advierten que podría transformarse en negativa si la historia con Nación no termina bien.
Sin embargo, hoy por hoy no hay una solución a la vista. ¿Se podrían caer los contratos? Sí, claro. Es una de las posibilidades derivadas del incumplimiento de alguna de las partes. En ese caso, IMPSA tendría las puertas abiertas para accionar hasta judicialmente contra la Nación; algo que, al menos por ahora, no estaría en los planes.
La esperanza de IMPSA de cara al 2026
Ese estado complicado de las cuentas diarias de IMPSA podría mejorar aún sin que Javier Milei libere los pagos a la metalúrgica pero no antes del 2026.
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IMPSA apunta a ganar la licitación para construir grúas para los puertos de Estados Unidos.
Es a ese año al que apuntan desde la empresa manejada desde Estados Unidos. ¿Por qué? Porque ya está en marcha la primera licitación para quedarse con la construcción de dos grúas para puertos norteamericanos.
Si sale, la rueda comenzaría a girar como los empresarios americanos tenían previsto a la hora de hacerse cargo de la capitalización de IMPSA.