"Economía identitaria"

Más de 80 empresarios lanzaron una estrategia para potenciar el turismo cultural en Zona Este

El extenso manifiesto plantea la revalorización histórica y tradicional de esa parte de Mendoza, y aspira a fomentar el turismo con base en el rescate de tesoros que muchos desconocen

Por UNO

Más de 80 empresarios de la Zona Este apoyaron -junto a académicos, artistas y escritores- un manifiesto para potenciar la "economía identitaria" de seis departamentos mendocinos a través de una serie de medidas que valoricen su riquísimo patrimonio histórico y cultural.

El "Manifiesto por enoturismo en el Este de Mendoza" viene a ponerle voz a sitios cuyo protagonismo ha sido relegado durante las últimas décadas. Ahora la premisa es que en el Este hay tesoros que esperan para ser redescubiertos.

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El legado sanmartiniano es uno de los ejes que se planea potenciar, al igual que las herencias indígena y criolla de la Zona Este. Foto: el Museo de las Bóvedas de San Martín, uno de los sitios más añorados por el libertador.

El legado sanmartiniano es uno de los ejes que se planea potenciar, al igual que las herencias indígena y criolla de la Zona Este. Foto: el Museo de las Bóvedas de San Martín, uno de los sitios más añorados por el libertador.

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El origen

Las tratativas empezaron el 24 de noviembre, en una reunión de los bodegueros que le entregan uvas a Peñaflor. Allí hubo algunas conferencias y, en las charlas posteriores, empezó a gestarse la idea de aprovechar las riquezas culturales y las tradiciones de Santa Rosa, La Paz, Junín, San Martín, Rivadavia y Lavalle.

"Lo primero es crear un clúster de empresas donde participarán Los Haroldos, Valenti y Carbonero, entre otras firmas. Recordemos que ya existe un movimiento previo para activar el Este: Carbonero compró las instalaciones de la antigua Bodegas y Viñedos Gargantini y las tiene funcionando. Valenti restauró el antiguo Palazzo que tenía Gargantini en Rivadavia y quiere abrir al público el año que viene", repasó el doctor en Historia Pablo Lacoste, uno de los involucrados en el proyecto, en diálogo con el programa No Tenés Cara, de Radio Nihuil.

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Las puntas a trabajar son muchísimas, desde la gastronomía aborigen hasta la criolla, pasando por el legado sanmartiniano y la vitivinicultura que desarrollaron los inmigrantes españoles e italianos, incluyendo al cada vez más cotizado varietal Bonarda.

En medio, hay joyas semiolvidadas, como un molino que instaló San Martín en tierras juninenses y que se espera recuperar para elaborar alimentos tal como se hacía hace dos siglos.

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San Martín mandó a construir un molino harinero en Zona Este. El plan es restaurar la edificación y abrirla al turismo en sintonía con la recuperación de la gastronomía de la época.

San Martín mandó a construir un molino harinero en Zona Este. El plan es restaurar la edificación y abrirla al turismo en sintonía con la recuperación de la gastronomía de la época.

Todo ello está esperando para ser contado: el enoturismo requiere de storytelling, un relato, de forma que el visitante se lleve del lugar una experiencia significativa para su vida.

Y si bien hay honrosas excepciones -Fabricio Márquez, Enrique Pfaab, entre otros autores- lo que se dice y se cuenta sobre el Este ha permanecido en sordina desde hace bastante, si se lo compara con la presencia que tienen en los medios las narrativas de montaña, las de la Ciudad y las del Valle de Uco, por ejemplo.

Entre los firmantes del manifiesto hay personalidades de Argentina y de otros países. La lista incluye a bodegueros, empresarios turísticos, artesanos, productores agrícolas, transportistas, gastronómicos, enólogos, escritores, historiadores, artistas, arqueólogos, antropólogos y funcionarios de los seis municipios involucrados.

Qué dice el manifiesto

El "Manifiesto por enoturismo en el Este de Mendoza" propone reconocer el patrimonio natural y cultural, incluyendo la arquitectura, las tradiciones vitivinícolas y huerteras, los pastores y campesinos, la gastronomía, los mitos y las leyendas de los seis departamentos del Este.

Para ello, se propone un Plan Estratégico de Enoturismo y Turismo Rural que contribuya a "articular los recursos de todo el territorio, incluyendo establecimientos vitivinícolas, olivícolas, frutícolas, restaurantes, hoteles y demás servicios".

En sintonía, se exhorta a promover las plantas de valor simbólico e identitario, como aguaribay, algarrobo, retamo y álamo. Y se invita a los propietarios de inmuebles industriales del periodo fundacional de la vitivinicultura moderna argentina (1885-1930) a "restaurar, preservar, poner en valor y abrir al público estos recintos para ampliar la oferta de turismo receptivo".

Asimismo, se crean categorías que se buscará potenciar: "sabores ancestrales", "sabores originales sanmartinianos" y "productos territorialmente intensivos”, todos en estrecho vínculo con sus lugares de origen.

Incluso se valora el patrimonio inmaterial, porque el manifiesto busca la "recopilación, sistematización y visibilización de los mitos, leyendas del territorio, incluyendo relatos y tradiciones de pueblos originarios, héroes y bandidos, relatos de troperos, arrieros, taberneros y maestros de posta entre otros, juntamente con canciones y poemas".

Aquí, el texto completo del manifiesto:

MANIFIESTO 122.pdf

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