Localizar un testigo y recibir un informe solicitado a Canadá es lo único que falta para elevar a juicio oral y público la segunda causa por corrupción que tiene como acusado al ex intendente de Guaymallén Luis Lobos y a su ex pareja, Claudia Sgró.

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El caso está en manos de la fiscal de Delitos Económicos Susana Muscianisi y el debate se realizaría a fin de año, aunque por cuestiones de agenda podría programarse para el primer trimestre de 2020.

Junto con Lobos está imputada Sgró, quien fue su pareja hasta hace poco. Recientemente, la mujer dejó constancia en sede judicial de que tiene nuevo domicilio real, distinto del que había tenido en todo este proceso penal, que comenzó hace casi cuatro años.

La prueba esperada desde Canadá tiene que ver con la versión de Lobos de que su patrimonio se incrementó notablemente gracias a una fuerte cantidad de dólares que trajo desde aquel país en los ´90.

En mayo, la pareja fue condenada por fraude a la administración pública a 4 años y 6 meses de prisión y a 3 años y 4 meses de prisión respectivamente. El fallo no está firme y será revisado por la Suprema Corte de Justicia.

Él como autor y ella como partícipe necesario de un entramado que incluyó la designación de empleados municipales truchos para cobrar sueldos liquidados como si trabajaran.

El tribunal estuvo integrado por Jorge Luis Del Pópolo, quien emitió el fallo preopinante, y Marcelo Gutiérrez del Barrio y Aníbal Crivelli, quienes adhirieron.

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Pendiente de realización quedó el juicio a María Elena Fernández, la madre de Claudia Sgró, que debió ser postergado por razones de salud de la mujewr.

Último tramo

Muscianisi acusará a Lobos y Sgró de cometer el delito de enriquecimiento ilícito frente a la imposibilidad de justificar los ingresos  económicos que permitieron la adquisición de viviendas, lotes y vehículos en posesión del ex intendente peronista.

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Mientras, en junio, la Justicia incautó una camioneta VW Amarok y un Peugeot 308 de los Lobos-Sgró en una vivienda de calle Tirasso.

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Esos bienes quedaron afectados a un proceso de extinción de dominio que permitirá, en caso de ser condenados Lobos y Sgró, venderlos y destinar el dinero recaudado a la construcción de escuelas.


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