Hasta acá vos estás pensando, tal vez: “Okey. Qué asco, pero lo mismo de siempre. La misma mugre política. Todos los partidos ayudándose entre sí”. Pero no. Ahí está, justamente, lo nuevo. Volvió la sensación de que la política argentina es un único scrum de garcas ventajeros urdiendo un relato, jugándola de enemigos, mientras vos comprás ese relato, pero ahora con Milei adentro.
Para muchos ahora Milei juega en esa liga. Se instaló, y con motivos, no cualquier cosa: la idea de un pacto de impunidad con los K. Con fines electorales. Cuando Milei llegó encarnando lo contrario.
Si no es un misil a la imagen presidencial, es al menos el inicio de algo muy peligroso.
Es imposible sostener con pruebas que el Presidente hizo caer Ficha Limpia a propósito. Pero hay muy fuertes indicios. Uno: los dos senadores panqueques, Rojas Decut y Carlos Arce, habían dicho fervorosamente estar a favor de la ley. Un minuto antes de la sesión, alguien les reseteó el cerebro y terminaron votando en contra.
Dos: estos dos panqueques normalmente votan como quiere el Gobierno nacional. Votan las leyes relevantes a favor del mileísmo: como los pliegos de Lijo y García y como cuando se vetó la suba del financiamiento a universidades. O sea, sus antecedentes son complacientes con el Gobierno. Justo ahora votaron “en contra” de Casa Rosada y en un voto que encima los contradice a ellos mismos, a lo que habían declarado días antes... O sea, raro.
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El tablero que muestra quiénes votaron a favor y quiénes en contra de Ficha Limpia.
Tres: libertarios como El Gordo Dan, esgrimiendo argumentos cuasi kirchneristas, de “la Justicia no puede entrometerse en política”, pedían bajar Ficha Limpia. O sea, lo lograron.
Cuatro: casi todos los medios importantes del país sostienen que en off, en Misiones, el propio Rovira, exgoberador y poderosísimo en esa provincia, ha dicho “sí, nos llamaron y nos pidieron esto”.
Cinco: cuando Ficha Limpia se cae, Milei los putea a todos de arriba a abajo: cobran Macri, Lospennato, el primo de Macri y Cristina Kirchner. “Chorros, casta, etcétera”. Pero de Rovira, de Rojas Decut y de Arce, los panqueques, ni una palabra. Ni caracter en X.
De vuelta, raro.
Y seis: esto más que indicio es una confesión de parte, directamente. El ministro Adolfo Safrán, de Hacienda de Misiones, y, dicen, el más importante del gabinete de Passalacqua, dijo textual: “Esto fue una intervención quirúrgica del gobernador gracias a su visión estratégica. Es trascendente y le da gobernabilidad a Milei”.
Ajá. Listo.
Antes que nada, hay que decir que muy quirúrgica no fue la intervención, maestro. Justamente estamos hablando de esto porque fue bastante chastrín, no quirúrgico. Segundo, un poquito de respeto a los médicos. Quirúrgico es un cirujano que salva vidas. Ustedes salvan chorros.
Pero al fin y al cabo es una admisión. A cualquiera que esté atento le quedan pocas dudas de qué fue lo que pasó acá.
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Macri y Lospennato buscan sostener el invicto del PRO en la CABA.
Ojo, con esto no defiendo a Macri, al contrario: sacó rédito de lo que pasó. Lospennato contestando a Milei, enojadísima, lanzó un video que recorrió las redes toda la semana. Pero son tan burdos que tiene estética de campaña. Es un spot. Usaron la caída para seguir promocionando a una candidata. Si esta gente no pretendiera gobernarnos sería hasta gracioso. Sacan jugo de todo. Y encima Macri nunca tuvo problemas con Milei. Era su amigo, su socio polítoco. Ahora que es su rival, ahora que lo dejó afuera, entonces sí está “´muy desilusionado con él”. “Qué loco está el Presidente”.
Desilusionado debería estar con él mismo Macri, que en 20 años de poder nunca presentó un proyecto similar. Ni en CABA ni cuando gobernó el país. (A propósito, nuestra provincia sí tiene Ley de Ficha Limpia). Ahora se enteró de que hay corruptos, Macri. Y encima lo usa para traccionarle votos a Lospennato.
Todo eso sin mencionar que su muy poco higiénico vínculo con el fiscal y el juez de la casa de Cristina Kirchner, son el agarre por el cual los K cuestionan la transparencia de los fallos. Con Macri, más cuidadoso en ese sentido, tendrían menos de qué agarrarse para criticar esa condena los kirchneristas. La que dice que su líder es una ladrona.
Por todo esto, Milei está jugando con fuego. Pensará que es un sapo a tragarse, institucionalmente, para cuidar el proyecto. Tener a Cristina Kirchner todavía en el cuadrilátero.
Pero ojo: él llegó al poder justamente porque la política toda era sinónimo de corrupción. Ser político era ser mitómano sí o sí. Su condición de outsider era su escarapela moral frente a ellos.
¿Puede arriesgar ese lugar, el de garante de la institucionalidad? ¿Permitir que se diga que transa con la mayor corrupta de este siglo?
Ya no sólo es cuánto arriesga hacia adentro sino también hacia afuera. El otro día alguien rescataba que el Nobel de Economía fue dado a un estudio sobre cómo la institucionalidad y la transparencia son la mejor forma de atraer inversiones.
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Yo mismo escuché hace una semana, en la cumbre petrolera más importante del mundo, cómo los empresarios hablan con miedo de que el oficialismo pierda la próxima elección. Porque entienden a este como un gobierno transparente y de reglas claras.
Milei arriesga eso doblemente: primero por el lugar opaco donde deja la imagen de su gestión, pero segundo porque con eso mantiene viva a la postal que los inversores –la plata del mundo– teme. Cristina Kirchner. Cristina Kirchner gobernando.
Milei todavía necesita tres cosas para que el plan salga adelante: que cierren los números (que le cierran), que haya confianza en el plan para ahora y hacia adelante (por ahora la hay), y que haya flujo: divisas, inversión, vuelta al crédito, vuelta a los mercados. Esto, todavía está algo más lejano.
El dos y el tres dependen de su imagen. Del Milei impoluto. Del Milei outsider, no manchado. Que supuestamente no se mezcla. Lo más importante en la Argentina hoy es cómo nos vean desde afuera.
Pero ahora, el mayor y a la vez el más simple proyecto anticorruptos de su gestión naufraga. Y las huellas conducen justamente a él.
Qué peligro.
Si eso no es jugar con fuego, no sé entonces qué es.