La falta de agua potable en barrios del oeste de Las Heras volvió a poner el robo de agua en la mira. Tanto el titular de Irrigación, Sergio Marinelli, como el de Aysam, Richard Battagion, aseguraron que aquella falta era consecuencia del constante robo que protagonizaban usuarios de barrios de Luján que literalmente "pinchaban" un acueducto para proveerse ilegalmente del agua. Para evitar el delito desde Aysam planean desviar 1.500 metros de un acueducto. La estrategia le costará al Estado más de $1,5 millones.
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El robo no es nuevo. Incluso desde Agua y Saneamiento Mendoza ya han denunciado la situación en la Justicia, pero lejos de desistir en las conexiones clandestinas, hay propietarios que construyeron sus viviendas encima de la traza de dos acueductos de Potrerillos que van paralelos a la Ruta Panamericana, en Luján.
Para poner un coto a esta situación, en Aysam ya planifican desviar uno de esos acueductos por un tramo de más de 1.500 metros que son los que tendrían construidas viviendas encima.
"Estamos preparando el desvío de un acueducto de 350 milímetros de Potrerillos que ha sido invadido en barrios del pedemonte de Luján, frente a la zona de Panamericana y calle Pueyrredón, en donde proliferan las conexiones clandestinas. La idea es evitar esos ataques y a la vez buscar la forma de proveerle agua a esas familias a través de la micromedición", admitió Battagion.
Según el funcionario, por esa zona pasan dos acueductos de Potrerillos, uno de 750 milímetros de diámetro y paralelo a éste, otro de 350 milímetros que es el más atacado porque mantiene buena presión de agua y sufre continuas pinchaduras de familias que viven al oeste de la ruta 82.
"Hay viviendas bien consolidadas ubicadas arriba de ese acueducto que se proveen de esa forma el agua. No estamos hablando de viviendas precarias, sino de casas bien consolidadas varias de las cuales incluso tienen piletas", describió el titular de Aysam.
El desvío del acueducto supondrá movimientos estratégicos para proveer el agua y también una inversión aproximada de $1,5 millones, pero además tendrá el costo social de interrumpir el servicio a esas familias. Para poder paliar esta situación en Aysam pretenden desarrollar para ellas un sistema que les dé el servicio de agua potable pero con micromedición, de manera de que deban pagar el agua que consumen.
El ambicioso y necesario desvío podría ser ejecutado por la gestión de Rodolfo Suarez.