El presidente del PRO local, Gabriel Pradines, denunció este viernes que la vicegobernadora, exintegrante del partido amarillo y actual soldado de Javier Milei en Mendoza, Hebe Casado, sigue generando ruido adentro de la fuerza que él representa, a pesar de haberse ido a formar parte de las huestes libertarias.
Hebe Casado aseguró que la acusación de Pradines ya no tiene nada que ver con ella porque ya se desafilió del PRO para pasarse a las filas libertarias.
Esta vez a través de un pedido de asamblea firmado por 62 afiliados del sector de Casado -o al menos así lo mencionan en el comunicado enviado a los medios- sobre los que se corrió un manto de sospechas. Muchas de esas firmas parecían no ser auténticas, contó Pradines a Diario UNO.
Por lo tanto, él envió a pedir una pericia grafológica, que dio como resultado que 26 de estas rúbricas están sospechadas de ser falsas. Al respecto, Hebe Casado no quiso hacer declaraciones, ya que alegó no formar más parte del PRO, lo que es correcto.
Qué sucedió con el pedido de asamblea en el PRO
Según destacó Pradines, el pedido de asamblea por parte del sector de Hebe Casado llegó después de que ya se hubiera convocado a esta reunión partidaria, que se realizó el sábado pasado.
Sin embargo, al poco tiempo de llegar el pedido, Pradines aseguró que comenzó a recibir llamados de dirigentes departamentales diciéndole que la gente allí mencionada no había firmado este pedido.
Si bien la asamblea ya se había convocado y realizado, Pradines no quiso dejar pasar la situación y pidió una pericia grafológica que arrojó los resultados antes mencionados.
Entre los 26 casos, destacó el de una afiliada de nombre Mariela Oliveras, que fue desvinculada del partido por ya no residir en la provincia, pero su firma figuraba en la solicitud.
"Hebe Casado ya no está dentro del PRO pero sigue realizando acciones para generar daño", manifestó el presidente del PRO.
Una "depuración" dentro del PRO
Pradines también manifestó que se ha encargado de depurar y suspender a un grupo de afiliados del PRO por distintas razones.
Las suspensiones fueron seis en total, cuatro de ellas por no pagar los aportes al partido.
En tanto, dos hicieron bastante ruido. Una de estas fue la de Sergio Miranda, escribano que decidió desafiliarse por su propia cuenta, tal y como lo aseguró Pradines.
La otra desvinculación fue la de un concejal de Capital, Rafael Bazán, que a pesar de pertenecer al PRO, firmaba y votaba como parte del bloque de la UCR. Por otra parte, el titular del PRO manifestó que también debía los aportes partidarios, por este motivo se ordenó su suspensión.