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Aunque intentase disimularlo, el gobernador Alfredo Cornejo estaba furioso en la noche de este miércoles cuando anunciaba que había decidido "no ser un obstáculo" para que los 4 intendentes del PJ que buscan otra reelección, tuviesen un mandato más. Lo hizo entrampado en los vericuetos judiciales que empujarían a que el ansiado fallo de la Suprema Corte sobre la constitucionalidad del límite a las reelecciones pudiese conocerse después del 28 de abril, cuando aquellos caciques ya podrían ser ratificados como candidatos.

Enmarañado en los artificios judiciales, Cornejo reaccionó ante el fracaso de la conciliación a la que había llamado la Suprema Corte y fundamentalmente ante la amenaza de los caciques peronistas de llevar su reclamo a la Corte nacional. 

Decidió allanarse a la posibilidad de que los intendentes tuviesen un nuevo mandato luego de pasar varias horas encerrado en su oficina del cuarto piso de Casa de Gobierno con sus asesores legales y comunicacionales.

Con ellos analizó todos los escenarios posibles y cómo fueron cambiando desde noviembre pasado cuando firmó el decreto para modificar el artículo 198 de la Constitución que limitaba las reelecciones de los intendentes.

En aquel momento, sólo con ese decreto parecía poner freno a los cacicazgos de justicialistas, pero no fue así. Los intendentes Emir Félix, Jorge Giménez, Martín Aveiro y Roberto Righi consiguieron el aval de la cautelar que presentaron que los habilita a ser precandidatos en las próximas PASO, mientras se espera el fallo del plenario de la Corte que confirme si es constitucional o no aquel decreto. 

Igualmente no se quedaron quietos y encontraron el resquicio legal para solicitar que fuese la misma Sala II de la Corte que los avaló como candidatos, la que resolviese la constitucionalidad y no el plenario del máximo tribunal. Para no dejar cabo suelto, y cebados con aquel aval, ese mismo miércoles adelantaron que llevarían la discusión a la Corte Nacional. 

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Por si esto fuese poco, los tiempos del máximo tribunal llevaban a pensar que el ansiado fallo se podría conocer después del 28 de abril que es el día en que se producirán las PASO en las cuatro comunas del PJ (San Rafael, San Martín, Tunuyán y Lavalle) que adelantaron sus elecciones, con lo cual para el Gobierno llegaría "tarde", lo haría después de que esos caciques ya hubiesen conseguido ratificarse como candidatos.

Así las cosas, y para evitar un mayor impacto institucional, el fallo podría ratificar la constitucionalidad de la enmienda del artículo 198 que le pone fin a las reelecciones indefinidas, pero podría plantear que ante la inminencia de las elecciones, el freno a la eternidad en el poder se aplique para el próximo acto electoral. 

De hecho, el mismo presidente del máximo tribunal había admitido tras el fracaso de la conciliación que se daba la chance de abrir un diálogo político "que nos evite dictar una sentencia en momentos que hay tiempos políticos que apremian"

Ante ese posible escenario, Cornejo se adelantó para no acusar el golpe e insistió con que la Suprema Corte se expida lo antes posible. Así podría capitalizar políticamente ser el gobernador que erradicó los cacicazgos en las comunas y hasta podría sumarlo a su estrategia de campaña.