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El intendente de Malargüe, Celso Jaque, también decidió dejar sin efecto las subrogaciones, contrataciones y pases a planta concretados en el último tramo de la gestión de su antecesor, Juan Manuel Ojeda.
Con esos argumentos el intendente Jaque decidió suspender ese convenio docente creado por el decreto 567 que firmó el ex intendente Juan Manuel Ojeda en el 2023 y que no fue aprobado por el Concejo Deliberante. Los que percibían ese convenio lo harán sólo hasta el 31 de enero, momento en el que dejará de existir.
Además, la Municipalidad no cuenta con un régimen legal donde se pueda aplicar ese formato de liquidación y por tanto, la misma contadora explicó que los docentes que integran la planta permanente de la comuna pasarán a depender de la Dirección de Educación y quese les liquidarán los sueldos en base a las leyes 5892 y 5811.
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Deudas y malabares que heredó Jaque
Según precisó la contadora de la gestión de Celso Jaque, por las deudas que arrastraba la comuna o por pagos al descubierto, en Malargüe se pagó más de intereses que de consumo de algunos servicios. En estos casos la causa -siempre siguiendo la versión de la actual gestión- se debió a retrasos en el pago de la coparticipación que debió hacer la provincia.
"La coparticipación antes se recibía en dos cuotas, una cuota al inicio del mes y a los 15 días el resto. Ahora esa primera cuota la provincia la transfiere en 5 cuotas y el tema que se empezaban a transferir desde el 6 o 7 de cada mes y por eso nos preocupa no pagar interés por el pago al descubierto que imponen los bancos. Por ese pago fuera de término se ha pagado un interés de $108 millones" detalló Sosa.
Y amplió que esos intereses no sólo se debieron abonar por la masa salarial que se pagaba al descubierto, también por el uso de servicios.
"Hoy tengo facturas de energía eléctrica en donde el interés que se paga es superior al consumo que hubo. A su vez hay una deuda muy grande con los celulares porque los anteriores funcionarios pasaron toda la planta a la empresa Claro pero no suspendieron el servicio que les prestaba Movistar, con la que tenían una importante deuda que llega a unos $10 millones".
Sumó que en su oficina quedaron 58 chips con líneas que no se estaban usando y se continuaban pagando.
