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Si bien restan pruebas claves, como por ejemplo un cotejo balístico entre las vainas servidas que se encontraron en el lugar del hecho y un revólver que se encontró en un allanamiento, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva del Maurito Tur.
El abogado defensor de Osvaldo Asensio, por el contrario, pidió la libertad de su cliente. El propio acusado declaró en el expediente y si bien admitió haber estado en el lugar del hecho dijo que el autor de los disparos fue otro integrante de la banda de Los Cinco Mil Lotes. "Nos empezamos a ir cuando terminó el banderazo. Estaban los del barrio Belgrano que teníamos problemas y empezaron a tirar piedras. El que estaba al lado mio sacó un arma, yo no sabía que la tenía. Empecé a correr como todos y crucé el puente para mi barrio", detalló.
Maurito Tur no dudó en describir las características físicas y dar su nombre y apodo: Agustín Pelado Guiraldes. "Le entró el demonio. Sacó el arma y empezó a disparar", narró en su coartada.
Sin embargo, para la Fiscalía se trata de una maniobra en busca de quedar desvinculado del asesinato de Lautaro Lazo. La decisión quedará en manos de la jueza María Alejandra Mauricio que deberá responder el pedido de prisión preventiva en los próximos días.
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Lautaro Lazo, la víctima del crimen en Las Heras.
Guerra de barrabravas de Huracán Las Heras
Cerca de la medianoche del 7 de octubre pasado, una murga y la hinchada de Huracán Las Heras se encontraban realizando un ensayo musical en la plaza de barrio Colombia II. Lautaro Lazo, quien vivía en las inmediaciones del lugar y era conocido porque corría carreras en motos, se había acercado hasta el lugar para disfrutar de los cánticos. En ese momento se produjo un enfrentamiento entre dos bandas radicadas en esa zona del norte lasherino.
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El adolescente, que no pertencía a ninguno de las facciones, recibió un impacto de bala en el pecho que le quitó la vida a los pocos minutos, pese a que lo trasladaron inmediatamente en un vehículo particular hasta el Hospital Carillo.
Los familiares y allegados de Lazo realizaron una marcha días después desde donde vivía el chico, en el barrio Belgrano hasta la Comisaría 36 con bombos, carteles y cantos, y reclamaron justicia por el trágico hecho.
