Robledo había estado preso horas antes en Frontera, Santa Fe, estaba maniatado a una cruz de madera clavada en la tierra y tenía la cabeza envuelta con cinta de embalar transparente con dos orificios, uno en la boca, el otro en la nariz.
Sus manos y pies estaban fuertemente atados a los tablones de pino, con la misma cinta y a la altura del estómago, tenía un cartel con la leyenda: "No robarás". Tras ser rescatado por los policías cordobeses y trasladado al Hospital Regional Iturrase, Robledo (oriundo de Frontera) contó que "policías santafesinos" lo "golpearon" tras haberlo mantenido preso horas antes y lo "maniataron" para dejarlo "crucificado", ya del lado de Córdoba.
San Francisco y Frontera están divididos por una calle. De acuerdo a la información publicada por el matutino La Voz, el caso es investigado por la fiscal de instrucción Leonor Faillá, de San Francisco.
"Estamos investigando si, como dijo el muchacho en un primer momento, fueron policías santafesinos los que hicieron eso", comentó la funcionaria al diario La Voz del Interior. Tras una amplia difusión del caso, el jefe de la Regional 5 de Santa Fé, Daniel Alcaraz, resolvió remover a la cúpula de la comisaría sexta de la Ciudad de Frontera, y por lo pronto está sospechado el titular de dicha dependencia, Oscar Flores, según consignó la emisora Cadena 3. "Le habían dejado dos agujeros en boca y nariz para que respirara. Si no se lo hubieran hecho, quizá hoy podríamos estar hablando de algo peor", indicó la fiscal.
"Estamos esperando que se le pase el temor y esté en buen estado de salud para tomarle declaración", añadió.
Faillá es cauta, ya que si bien la denuncia contra los policías de Frontera es una de las hipótesis más fuertes, no descarta otras posibilidades, como que haya sido atacado por otras personas no necesariamente uniformados, que se trate de un "ajuste de cuentas" de vecinos o, incluso, que sea una broma de mal gusto. Una fuente policial destacó que el joven cuenta con un "importante" prontuario de delitos contra la propiedad (incluso amenazas) en Santa Fe y habría estado detenido en la comisaría de la localidad de Frontera, momentos antes de ser encontrado. En San Francisco, en tanto, no posee antecedentes por robos.
Trascendió que no quiere declarar, quizás por temor a los uniformados, ya que él vive en esa misma localidad. Se tomó declaración a los vecinos, pero por ahora, nadie vio cuando lo "crucificaban".
"Esa tarea no la hizo una sola persona. Tienen que haber participado varios. Se tienen que haber escuchado gritos, ruidos, un auto que llegaba y se iba... Nadie vio nada. O vio y tiene miedo de hablar", agregó la pesquisa.
En una declaración informal, Robledo dijo que el día anterior había sido detenido y golpeado por policías santafesinos y que lo habían subido a una camioneta. "Tiene golpes, pero son lesiones leves. Eso no se compadece con lo que dijo. De todas formas, hay que esperar que declare en los próximos días", apuntó, por su parte, una fuente tribunalicia.
Desde la fiscalía de Faillá se indicó que si se comprueba que el "ataque" a Robledo se cometió en San Francisco, la causa quedará bajo su órbita. Pero, si se comprueba lo contrario (a pesar del hallazgo del muchacho en Córdoba), la causa sería remitida a un juzgado de Rafaela.
Fuente: NA