Los buzos determinaron esto al observar que quedó sólo parte del cinturón colgando en la aeronave. Carlos Zarlenga y Luis Barrera estarían a varios metros de profundidad. Amplían la zona de rastreo.

Los dos ocupantes del helicóptero que cayó en Mendoza salieron despedidos en el impacto

Por UNO

Por Catherina Gibilaro

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Sin tregua, siguen trabajando en el dique Potrerillos los efectivos de Bomberos Voluntarios de Luján de Cuyo y de la Policía de Mendoza. Buscan más rastros del helicóptero Bell, caído el sábado 12. Recorría el espejo del lago filmando para un reality de la cadena norteamericana MTV.

Parte de la cabina desintegrada no se encontró y tampoco se localizaron los cuerpos de las dos víctimas, Carlos Zarlenga (68) y Luis Barrera (30), quienes salieron despedidos por el impacto. Ambos eran pilotos, pero quien estaba al mando de la máquina, Zarlenga, era muy avezado en aeronaves, ya que tenía en su haber 15.000 horas de vuelo. Fue comandante de Aerolíneas Argentinas y helicopterista.

La máquina, que volaba a muy baja altura, tocó con la pala del rotor mayor el agua y esto provocó el catastrófico accidente con la pérdida de dos vidas.

Tras una semana de intensa búsqueda, el primer hallazgo de restos fue el viernes gracias a equipos especiales que llegaron a Mendoza con personal de la Marina, quienes contaron, además, con la participación de buzos especializados de esa fuerza.

Todos los buzos trabajaron en una coordinación conjunta: Marina, Bomberos Voluntarios de Luján y de la Policía, luego de haber sido convocados por el juez federal Marcelo Garnica, titular del Tercer Juzgado Federal de Mendoza.

El magistrado sabía que los marinos contaban con equipos especiales debido a que en otras oportunidades intervinieron en rescates de esta envergadura.

Es así como desde hace una semana trabajan 12 horas diarias.

Si bien restos de la aeronave ya fueron hallados, aún falta encontrar la parte posterior del fuselaje con su respectivo rotor y falta hallar lo más importante: los cuerpos de los dos tripulantes.

De acuerdo a información proporcionada por Bomberos de Luján, en el pedazo de cabina recuperada mediante bolsones inflables traídos por la Marina desde Puerto Belgrano, Bahía Blanca, se detectó que el cinturón que llevaba puesto Luis Barrera quedó arrancado –posiblemente por el fuerte impacto con el agua– razón por la cual no se descarta que ambos tripulantes hayan quedado unidos al asiento, lo que habría hecho que su peso aumentara y cayera más profundo, por lo que estarían en algún punto del dique. 

Pese al tiempo transcurrido los dos cadáveres no emergieron. Por tal motivo y a los efectos de hallar el resto de fuselaje con el rotor posterior, es que los buzos de Voluntarios y de Policía de la Provincia prosiguieron ayer con la búsqueda. 

Las dos patrullas trabajaron incansablemente desde las 8 hasta las 18, pero el resultado fue negativo. Este martes seguían, utilizando grampines que se lanzan a 60 y 70 metros de profundidad y los arrastran permanentemente para ver si así pueden hallar algún elemento perteneciente a la aeronave.

Un factor que juega en contra de los buzos es la fuerte corriente que hay en el fondo del espejo de agua y que obviamente, hace dificultosa su tarea.

No obstante ello, para este martes estaba previsto que nuevamente intervengan buzos de la Armada extendiendo la búsqueda a un radio mucho más amplio, con la esperanza de que obtener mejores resultados.