"Queremos saber quién hizo los estudios psicofísicos a Nicolás Gil Pereg para que pudiera tener tantas armas de fuego a su nombre", dijo este lunes Alejandro Gullé, Procurador General de la Suprema Corte y jefe de los fiscales.

En diálogo con Diario UNO, el magistrado se declaró "horrorizado" por las condiciones en que fueron hallados los cadáveres de las israelíes que fueron buscadas durante dos semanas hasta que el sábado último el misterio terminó y le dio paso a lo macabro.

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El detenido e imputado Gil Pereg tenía en su poder varias armas de puño, cuya propiedad justificó debidamente con documentación emitida por el organismo de control nacional y el local comercial donde las compró. Sin embargo, a la Justicia le preocupa sobremanera que también tuviera a su nombre otras cuarenta que compró durante los últimos años pero que no fueron halladas.

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La aprobación del test psicofísico es una de las tres condiciones fijadas por ley para tener armas. No tener antecedentes penales es otra. La última es técnica: antes de ser entregada al propietario, a cada arma nueva hay que tomarle el ADN. Se trata de la marca única que deja cada vez que es disparada. Registrada, archivada y manipulada correctamente, esa especie de huella puede ser clave para saber si esa arma de fuego fue o no utilizada en un delito bajo investigación.

-Gil Pereg tenía permiso para transportar armas, ¿qué implica eso para ustedes como investigadores y para la prevención del delito en las calles?

-Sospechamos que los recursos con que se mantenía procedían de la venta o el alquiler de esas armas. Por eso es necesario legislar claramente, Mendoza ya lo hizo a través de una ley promulgada en diciembre último, para regular el mercado de venta de armas.

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Gullé cumplirá en agosto 40 años de trabajo en el Poder Judicial. Durante los últimos años ha sido juez de sentencia. Ha visto casos terribles. Ha escuchado testimonios desgarradores. Ha condenado a violadores. Ha sentenciado a homicidas. Ahora tiene la responsabilidad política y operativa de resolver casos criminales que luego irán a juicio. Tiene experiencia. Muchísima.

-¿Le sorprendió el desenlace del caso de las israelíes?

-No me sorprendió: me horrorizó. No me sorprendió porque desde el primer momento pusimos la mirada sobre este hombre (Gil Pereg) y algunos indicios que no cerraban, así que trabajamos sobre eso. Desde el primer día la fiscal (Claudia) Ríos me dijo que algo no le gustaba y se trabajó en ese sentido junto con la Dirección de Investigaciones. Fueron atando cabos. Tras el primer allanamiento en Guaymallén (el viernes 18), este viernes recibimos el adelanto del laboratorio de Genética, de que en una remera suya y en una bolsa de cemento había manchas de sangre que coincidían con el ADN de las víctimas y ahí procedimos a la detención. Al día siguiente se hizo un allanamiento más profundo en la propiedad y ya no con perros rastreadores, como la primera vez, sino con perros que buscan cadáveres.

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-Fue de vital importancia el trabajo del Laboratorio de Genética...

-La decisión del Ejecutivo de fortalecerlo y equiparlo con herramientas de altísimo nivel fue clave: en ningún otro lugar del mundo tienen la misma tecnología que nosotros en Mendoza. Sí tenemos tecnología de primer mundo que no tienen en el resto del país. Estamos actualizando permanente el equipamiento. De hecho, en breve vamos a montar uno de los tres microscopios que hay en el país y que permiten seccionar partes muy pero muy pequeñas de muestras de ADN para examinarlas.

-¿El Ministerio Público cuenta con suficiente presupuesto para este año en cuanto a equipamiento?

-Sí. Ya hemos encargado nueva aparatología para perfeccionar el trabajo de los profesionales del laboratorio.