Además, investigan si el ataque de Molina hacia las mujeres fue un intento de asalto o un ataque tras una alteración mental ya que sus familiares indicaron que tenía este tipo de problemas.
El hecho en que murió un presunto delincuente
Todo comenzó en la noche del viernes 3 de enero, cuando los familiares de Molina lo vieron en la calle descalzo y golpeándose la cabeza. Algunos señalaron que hace tiempo sufría alteraciones mentales y brotes.
El Ministerio Público Fiscal detalló que a las 0.30 del sábado Molina estaba en la calle Copiapó al 2.300, del barrio Santa Ana, de Guaymallén, a cuatro cuadras de su casa. Una mujer junto a su hija llegaron en auto a su casa, y el hombre de 35 años se abalanzó sobre el vehículo.
Tales fueron los gritos de las mujeres que fueron escuchados por el profesor de hockey que estaba dentro de su casa y salió para defender a su esposa e hija. Lo hizo con un palo de hockey con el que golpeó al sospechoso hasta dejarlo inconsciente.
Otra versión que se conoció en la reconstrucción de los hechos indicó que Molina se cayó de la reja de la casa y se golpeó la cabeza, lo que lo dejó inconsciente. Fue trasladado al Hospital Central donde poco después confirmaron su muerte.
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El presunto delincuente de 35 años fue llevado al Hospital Central donde los médicos constataron su muerte tras un fuerte golpe en su cabeza.
Foto: UNO / Axel Lloret
Cuando la fiscal de Homicidios Andrea Lazo tomó conocimiento de lo ocurrido, determinó que Molina no tenía ningún elemento ni arma para atacar a las víctimas, mientras que el otro hombre lo agredió con un palo de hockey, por lo que lo acusó de homicidio simple con exceso en la legítima defensa de un tercero.
Un giro inesperado sobre el presunto delincuente
La primera versión fue que quiso asaltar a las víctimas debido a que se tiró sobre el auto y hasta trepó las rejas de la casa, pero con el avance de la investigación los pesquisas supieron que Renzo Adrián Molina tenía problemas mentales y sufría de brotes cada tanto.
Era padre de dos hijos y sus familiares aseguraron que trabajaba en una empresa de electricidad llamada Distribuidora Norte, quienes declararon un día de duelo por su muerte tras el violento episodio en Guaymallén.
Además, declararon que cuando estaba de franco hacía trabajos particulares para mantener a su familia, pero insistieron que no era delincuente. Sin embargo, la fiscal Lazo fue informada de algunos antecedentes no computados de cuando era menor.