La increíble historia de una fuga ocurrida en 1973 en Estados Unidos donde el hombre todavía se mantiene prófugo
El hombre que se fugó tras un exceso de confianza en Estados Unidos.
Lester Edward Eubanks nació el 31 de octubre de 1943 en Ohio, Estados Unidos. Veintitrés años después fue condenado por un crimen. Pero más recordado que eso fue la insólita fuga que logró concretar cuando cumplía la máxima pena en ese país.
El 14 de noviembre de 1965, raptó a una niña de 14 años que caminaba hacia una lavandería. La arrastró detrás de una casa, intentó violarla y, al encontrar resistencia, le disparó dos veces en el estómago. Luego la golpeó brutalmente con un ladrillo para consumar el crimen.
Al día siguiente, Lester Eubanks fue arrestado en su casa y confesó el crimen. En mayo de 1966, un jurado lo condenó a muerte. Sin embargo, su ejecución fue demorada tres veces y en 1972 la Corte Suprema de Estados Unidos declaró inconstitucional la pena de muerte, conmutando su sentencia a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Cuando llevaba 7 años en la cárcel, Lester Eubanks se destacó como un preso modelo. Su comportamiento ejemplar y sus habilidades artísticas, especialmente en la pintura, le valieron el reconocimiento de los guardias.
Este buen comportamiento le permitió ingresar a un programa de honor para reclusos, que otorgaba ciertos privilegios, incluido el permiso para salir de la prisión en salidas supervisadas.
El 7 de diciembre de 1973, recibió un permiso temporal para realizar compras navideñas en un shopping de Estados Unidos, acompañado de otros tres reclusos. Los guardias los dejaron en el centro comercial a las 10 de la mañana con instrucciones de regresar a un punto de encuentro cuatro horas después.
En un centro comercial abarrotado por la temporada navideña, Lester Eubanks aprovechó la oportunidad, se separó de los demás y se fugó. Nunca regresó al punto de encuentro, y las autoridades no pudieron rastrearlo.
Las investigaciones posteriores revelaron que la fuga no fue un acto impulsivo, sino un plan cuidadosamente orquestado. En las semanas previas, las visitas que recibía en prisión aumentaron significativamente, pasando de una al mes a una por semana, lo que sugiere que coordinó su escape con contactos externos.
Se cree que el criminal trabajó en una fábrica de colchones durante los años setenta y principios de los ochenta, bajo otra identidad. Luego fue conserje de un hospital. Incluso hasta estableció una relación de pareja con una mujer.
A pesar de los esfuerzos iniciales, la búsqueda se estancó durante años debido a errores administrativos. En 2018, fue incluido en la lista de los 15 fugitivos más buscados, con una recompensa de hasta 50.000 dólares por información que conduzca a su captura
A sus 81 años, Lester Eubanks, si aún está vivo, sigue siendo uno de los fugitivos más buscados de Estados Unidos.