La atrapan con droga. Queda libre. Otra vez cae con estupefacientes. Vuelve a salir de la cárcel. Y así, en forma cíclica. Doña Coca, una narcotraficante asentada en el barrio Lihué, de Guaymallén, volvió a recuperar su libertad en los últimos días.
La atrapan con droga. Queda libre. Otra vez cae con estupefacientes. Vuelve a salir de la cárcel. Y así, en forma cíclica. Doña Coca, una narcotraficante asentada en el barrio Lihué, de Guaymallén, volvió a recuperar su libertad en los últimos días.
Desde el 30 de abril del año pasado que Lourdes Raquel Coca Cruz (49) está detenida. Una vez más, ya que pocos días atrás había terminado de cumplir una condena por narcotráfico.
Se realizaron allanamientos en dos domicilios ubicados en la manzana 13 y 10 del barrio Lihué, donde Doña Coca fue atrapada con medio kilo de cocaína –valga la ironía- lista para ser vendida. Incluso se encontraron $8 mil y elementos utilizados para estirar la droga.
Desde entonces que la mujer se encontraba alojada en el Complejo Penitenciario Federal ubicado en Cacheuta. Pero el viernes pasado salió de la cárcel tras recibir la prisión domiciliaria.
La mujer solicitó el beneficio ya que sus dos hijos –un niño de 12 y una chica de 15 años- están solos en el domicilio porque su abuela tiene 70 años y no puede cuidarlos por estar dentro del grupo de riesgo de coronavirus.
Lo que más llamó la atención de los jueces que le dieron el beneficio es que los menores de edad ni siquiera están escolarizados desde que Doña Coca fue detenida. No tienen los medios tecnológicos para conectarse a las clases virtuales ni tampoco hay un adulto que pueda supervisar que avancen con los estudios.
Lourdes Coca ahora quedó alojada en el mismo domicilio que supo utilizar para vender drogas, aunque ahora deberá someterse al control del Servicio Penitenciario para evitar la fuga y además deberá presentar certificados de escolarización de sus hijos cada 6 meses.
El primer roce con la Justicia de la mujer fue en 2013, cuando también fue detenida en esa casa del barrio Lihué en una causa de narcotráfico. Tenía marihuana y cocaína. Recuperó su libertad pero al año siguiente volvieron a realizar un allanamiento donde le incautaron drogas.
Finalmente fue condenada a 5 años y 10 meses de cárcel, pena que terminó de cumplir el 12 de marzo de 2019. Un mes y medio después volvieron a capturarla en la última causa en su contra, por la cual todavía no va a juicio oral.