País

El vocero de la Gendarmería

Por UNO

Por Soledad Segade

Hoy Raúl Maza es el gendarme que se popularizó por ser el vocero de la protesta histórica de esa fuerza de seguridad. "Creo que ahora soy el más polémico en la historia de la Gendarmería. Después de Güemes vengo yo, pero yo como polémico no como héroe", ironizó.

El actual líder de la protesta estudiaba para ser sacerdote y terminó en el coro de Gendarmería Nacional. Hasta hace diez días atrás trabajaba en el área de medicina legal de ese organismo.

Maza, a quien la ministra de Seguridad, Nilda Garré, lo llamó como "el gordito de lentes", hoy es el referente de los uniformados y se lo puede ver en las escalinatas del edificio Centinela atendiendo y escuchando a compañeros y familiares de gendarmes, pese a que el conflicto mermó en las últimas horas luego que Prefectura abandonara su campamento.

"Por metido terminé como vocero de la Gendarmería en un conflicto que tuvo trascendencia internacional y me terminaron sancionando. Hoy estoy a disposición, es decir ni dentro ni fuera, en stand by, estoy ahí", expresó el gendarme que cargó a sus hombros el reclamo de un sueldo digno: "El salario en blanco que hoy cobramos hoy es de 800 pesos, el resto es en negro".

La medida de protesta que inició Prefectura el pasado martes 2 de octubre y que siguió Gendarmería "nunca se había hecho. Desde Güemes hasta ahora es la primera vez que se hace una protesta y además marcamos la diferencia. Algunos medios nos criticaban y decían que esto parece un camping, y sí, queríamos que vieran que somos familia y que nos manifestamos de modo pacífico. Esto era un encuentro de familias que venían por un reclamo justo", señaló Maza a UNO en la puerta del edificio verde, ubicado en la avenida Antártida Argentina, de Capital Federal.

Pero en las últimas horas el panorama cambió y el vocero reflexionó: "Creo que el motivo primordial y metodología del Gobierno es la del desgaste. Llevamos ocho días acá y eso cansa. Pero internamente esto sigue siendo una olla a presión y estamos tratando de que no se destape mal", agregó.

El gendarme, quien además estudia Derecho, explicó que deben esperar a "tener la plata en la mano y vamos a saber cuál es la realidad -a pesar que el jefe de gabinete, Juan Manuel Abal Medina, reconoció que el decreto que provocó el levantamiento de las fuerzas estaba mal aplicado- Vamos a esperar eso para ver cuánto hay de realidad, cuánto nos beneficia y cuánto nos perjudica. Si es para peor veremos cómo estallamos".

Maza destacó que siguen "los planes de llamada" mediante las cuales se les ordena a los gendarmes no moverse de su lugar o puesto de trabajo o de lo contrario sufrirán algún tipo de sanción. "A lo sumo si el puesto no tiene las condiciones dadas para que la gente se pueda quedar, debe ir a su domicilio. Esto de alguna manera privación ilegitima de la libertad".

Ninguna fuerza de seguridad está representada por un gremio, ante lo que Raúl Maza bromeó: "Si no nos dejaban decir que nos estamos muriendo de hambre imaginate si íbamos a plantear un gremio".

El vocero de la fuerza verde sostuvo: "machacaban que hay una ley nacional que nosotros tenemos que cumplir y que están las normas internas que nosotros tenemos que cumplir, normas internas que son totalmente atidemocráticas. Los que somos más nuevos en la fuerza empezamos a ver que se está violando la Constitución Nacional y es del artículo 14 y 14 bis de donde nos agarramos y decimos ‘no señores, esto es legítimo porque ahí dice que tenemos que abordar todas las instancias para poder llegar a esto’. Por eso al haber agotado todas las instancias tuvimos que llegar a manifestarnos de esta manera, fue la última opción".

"Desde el Gobierno nos dieron la espalda, ni siquiera escucharon el petitorio, ni siquiera vinieron a responderlo ni nada por el estilo", deslizó Maza y continuó: "nosotros vamos a seguir acá, la lucha va a continuar. Veremos de adecuar los medios y herramientas que tenemos con una buena y basta organización porque esto es recién el comienzo".

Aseguró que la renuncia de Raúl Alberto Garré, jefe de Gabinete de asesores del Ministerio de Seguridad, y hermano de la ministra Nilda Garré, no cambió el panorama para ellos. "Uno tiene que aprender a leer los renglones torcidos con esta gente, no deja de ser un mensaje como diciendo ‘sí, hay algo mal".

El día clave"Hace nueve días vine a trabajar tranquilo, como un día normal en mi oficina, y escuché la radio de la oficina de al lado cuando decían lo de Prefectura. Entre nosotros comenzamos a decir que teníamos que hacer algo y mandamos mensajes de texto diciendo ‘tenemos que hacer lo mismo’ para empezar a convocar", relató Maza.

"Cuando llegué había pensado que iba a estar, pero que no iba a hablar. Mi idea era ir a mi oficina y después estar con la gente, pero llamado al silencio, cosa que por mi carácter no pude", rió Maza y siguió: "Estaba con un grupo de gente tomando mate y apareció una cámara de televisión y preguntaron si alguien quería dar una nota, pero nadie quería, hasta que empezaron ‘Dale Maza hablá vos’ y acepté".

Maza habló para todos los medios y era reconocido por la gente, por lo que fue nombrado oficialmente como el vocero de Gendarmería Nacional, "y ahora soy el gendarme más polémico".

Antes de ser puesto a disposición trabajaba en el área de Medicina Laborar, de Sanidad, donde la semana anterior le aprobaron un proyecto que había ideado con un colega médico y se abría una nueva área en Sanidad a cargo de ellos dos. "El día anterior a la medida de fuerza estaba diagramando y preparando los trabajos a nivel nacional, pero después de esto terminaré vendiendo empanadas porque no sé dónde voy a terminar", indicó.

Pero a pesar de su situación Maza es un hombre que no pierde el entusiasmo y positivismo. "Hubo buenas repercusiones más allá que esto fue histórico y más allá que Abal Medina se nos haya reído en la cara, que fue un insulto y una falta de respeto. No nos fue tan mal porque nos dimos cuenta que somos una fuerza y que como ciudadanos argentinos tenemos los mismos derechos que todos, derechos que hasta ahora no habíamos podido ejercerlos".

Su comienzoSe acercó a Gendarmería Nacional cuando era seminarista. "Era castrense y una de las fuerzas a las que comúnmente iba a atender o a ayudar en lo que es el acompañamiento espiritual era la Gendarmería Nacional entre 1999 y el 2000".

"Después en el 2008 ya había salido del seminario y como había aprendido a cantar lírico me ofrecieron entrar a la fuerza para formar un coro, y ahí comencé en el edificio en la banda de música. Luego viajé para terminar el seminario pero decidí no ordenarme por cuestiones personales. Volví a Buenos Aires y entré a trabajar en la parte de sanidad", contó.

Actualmente iba a estar a cargo de la nueva área creada por él y un médico con quien trabajaba. "Hasta el nombre le inventamos nosotros, CRIGeN: Centro de Rehabilitación Integral de Gendarmería Nacional, que eran tres etapas. Íbamos a armar una oficina on line con un 0800 para darle información a la gente con algún problema de discapacidad o incapacidad y a su vez hacer las distintas derivaciones dependiendo el caso".