La fiscalía que investiga al detenido ex secretario de Obras Públicas, José López, pidió ayer que se cite como acusados a una monja del convento de General Rodríguez, donde el ex funcionario K intentó esconder casi 9 millones de dólares; a un contador y a un empresario vinculados a la obra pública.
En su dictamen, Federico Delgado concluyó que López se enriqueció ilícitamente por delitos cometidos con la adjudicación de obra pública bajo control del área a su cargo e incluyó en sus pedidos de indagatorias a la esposa, María Amalia Díaz.
Ahora el juez Rafecas deberá resolver si ordena lo pedido por Delgado, aunque antes el juzgado requirió a la fiscalía el envío de toda la prueba, los documentos y el video completo (ver código QR) en que basó su dictamen.
El fiscal sostuvo su argumentación con lo visto en el video que trascendió el martes en el canal Telefé, en el que se ve a López acercando los bolsos con el dinero y un arma, y a religiosas ayudándolo desde dentro del monasterio.
Teléfonos en la mira
A esas imágenes se suma información relativa a 34 llamados hechos por López y su esposa en las 14 horas previas al episodio del dinero, ocurrido el 14 de junio por la madrugada.
Una de las monjas que colaboraron con López, Celia Aparicio -conocida como la "hermana Inés"- fue acusada por el fiscal; mientras que la encargada del convento, Alba Día de España Martínez Fernández -la "madre Alba"- también quedó vinculada, pero se pidió que sea sometida a estudios médicos por su avanzada edad para determinar si puede enfrentar una causa penal.
"(Las monjas) Colaboraron con López para ocultar los rastros del delito", concluyó el fiscal y les imputó encubrimiento, delito para el que el Código Penal estipula una pena de hasta tres años de cárcel.
"(Las religiosas) No se limitaron a monitorear la llegada de López al convento, también lo recibieron y le ayudaron a ingresar el dinero a la casa. Se manejaron con mucha tranquilidad teniendo en cuenta que a centímetros de la puerta había un fusil apoyado en el piso de la galería", remarcó.
El origen del dinero
El dictamen fiscal fue más allá de ese día y apuntó al origen de ese dinero que, sostuvo, podría estar relacionado con ilícitos en la adjudicación de obra pública durante los gobiernos kirchneristas.
"Confluyen dos personajes claves que han acrecentado su fortuna por sus lazos estrechos con el Ministerio de Planificación Federal y la Secretaría de Obras Públicas: Andrés Enrique Galera y Eduardo Ramón Gutiérrez, quienes junto con López conformaron un verdadero triángulo en el cual se confunden sus patrimonios", acusó el fiscal.
En base a documentos hallados en una lujosa casa en la zona de dique Luján, en Tigre, el fiscal concluyó que el real dueño de esa propiedad es el detenido López.
La mujer "sabía que él iba a borrar las pruebas"
En cuanto a la esposa de López, el fiscal afirmó que se comunicó desde un teléfono de uso personal registrado a nombre de su marido varias veces con la Madre Alba en el monasterio Nuestra Señora de Fátima en pleno raid de su esposo con miras a ocultar los millones de dólares que tenía.
"Realizado un relevamiento del tráfico de llamadas entre esas líneas, se detectaron 22 conversaciones entre López y Díaz, entre el mediodía del 13 de junio y la madrugada del 14 de junio de 2016".
El último llamado fue a las 3.15, cuando el ex funcionario ya estaba en el monasterio de General Rodríguez con el dinero.
"Hubo un contacto fluido -tanto personal como telefónico- entre ambos las horas previas a la detención de López y también cuando este ocultó el dinero. Esto quiere decir que Díaz estaba al tanto que su marido intentaría borrar pruebas de su enriquecimiento espurio", concluyó el fiscal.
Se cumple hoy un mes de la detención de López. El ex funcionario baila desnudo en su celda de la cárcel de Ezeiza (ver aparte).
