Una nueva polémica surgió entorno a las detenciones de Cristian Lanatta y Víctor Schilacci. Esto se debe a la versión de que ambos hapían sido detenidos el sábado último y que fueron liberados luego de que no llegaran a un acuerdo con, al menos cuatro agentes policiales, que les pedían dinero.
El error de haber anunciado sus detenciones y luego afirmar de que no era así, provocó una investigación que se centró en el comportamiento de un grupo de policías santafesinos. Una infidencia es la que les arruinó el plan a los uniformados. Un oficial habría comunicado a un superior la detención de todos los prófugos. Pero no sabía que cuatro agentes negociaban con los dos detenidos el pago de una importante suma a cambio de su liberación.
Según la investigación, escondieron a Cristian Lanatta y Schillaci a la espera del dinero acordado.
El escándalo por el "blooper" del anuncio fue tan grande, que no pudieron sostener el cautiverio ilegal y armaron un escenario de recaptura de los prófugos.
A la gente de Seguridad no solo les llamó la atención que estuvieran tan cerca de donde se había capturado a Martín Lanatta, sino el estado de los prófugos que contrastaba con el compañero atrapado que padecía un cuadro de deshidratación.
A los recién capturados se los veía bien alimentados y descansados. No parecían fugitivos agotados, sedientos y hambrientos. No dudaron. La investigación se orientó a la policía provincial. Parecen estar cerca de los culpables del chantaje.
Después del traspié se tomó la decisión que el aparato de Inteligencia del Ejército pase a las fuerzas de Seguridad y que se comience a formar la unidad que va a perseguir a los mil prófugos del Servicio Penitenciario Federal y de los distintos servicios provinciales, en particular la provincia de Buenos Aires.
Incluso, según versiones periodísticas, las imágenes, que no fueron dadas a conocer, podrían probar que Martín Lanatta y Víctor Schillaci fueron detenidos el sábado pasado, como se había informado inicialmente.