País Brochero
Se trata de las monjas Crescencia Pérez, Nazaria Ignacia March Mesa, María del Tránsito de Jesús Sacramentado (Madre Cabanillas), María Ludovica De Angelis, el coadjutor salesiano Artémides Zatti, la laica Laura Vicuña y el indio mapuche Ceferino Namuncur

Además del Cura Brochero, siete beatos argentinos podrían, en el futuro, ser declarados santos

Por UNO

Tras el anuncio de que el sacerdote José Gabriel del Rosario Brochero será el segundo argentino en ser declarado santo, hay otros siete beatos en condiciones de llegar a la canonización. Mientras que el primer santo argentino es san Héctor Valdivielso Sáez, un joven religioso lasallano que nació en la Argentina, pero que vivió aquí solo 4 años antes de irse a España donde murió mártir en la guerra civil española. Actualmente hay otros siete beatos argentinos que podrían llegar a ser declarados santos. Se trata de las monjas Crescencia Pérez, Nazaria Ignacia March Mesa, María del Tránsito de Jesús Sacramentado (Madre Cabanillas), María Ludovica De Angelis, el coadjutor salesiano Artémides Zatti, la laica Laura Vicuña y el indio mapuche Ceferino Namuncurá. Según recordó la agencia Aica, la Iglesia abrió casi medio centenar de causas para canonizar a religiosos y laicos argentinos que dieron testimonio de su fe o murieron por su fidelidad al Evangelio, pero el único en alcanzar la santidad hasta la próxima canonización del Cura Brochero, fue Héctor Valdivielso Sáez, cuya fiesta se celebra el 9 de octubre. El paso anterior a ser declarado beato es venerable y en la Argentina tienen esa distinción 7 religiosos: María Antonia de Paz y Figueroa, o Beata María Antonia de San José, más conocida como Mama Antula es una de ellos. También Madre Catalina María, religiosa (Córdoba), fundadora de las Esclavas del Corazón de Jesús; José León Torres, religioso mercedario; Fray Mamerto Esquiú, franciscano y obispo (Córdoba). Integran la nómina las religiosas Camila Rolón,(La Plata); Eleonora López de Maturana, (Mercedes-Luján) y María Benita Arias, (Buenos Aires). El primer escalón a la santidad lo constituye el ser reconocido siervo de dios, distinción que comparten 37 hombres y mujeres donde se encuentran un obispo, Enrique Angelelli asesinado en la dictadura militar; varios laicos como el redentorista Antonio Solari y el empresario Enrique Shaw además del cardenal Eduardo Enrique Pironio.

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