Gustavo Privitera
"Ese día había poca gente porque nosotros jugamos en una cancha de otra ciudad porque nuestro estadio fue bombardeado en la guerra. Pero la gente se hizo el viaje para vernos y eso para nosotros fue muy importante. La verdad es que estoy muy agradecido a los fans (los hinchas)", dijo Gustavo Blanco Leschuk (25), quien habló del momento en que fue campeón con Shakhtar Donetsk. El ex Wydad Casablanca de Marruecos, que logró la Copa y Liga de Ucrania, vive en un país que está en un situación extrema y por eso su equipo fue local en el campo del Metalist.
-¿La guerra está latente aún?
-Sigue estando, pasó lo más grande, pero hay pequeñas cosas que siguen pasando allá.
-¿Cómo te sentís al estar nuevamente con tu familia?
-La verdad es que estoy muy contento y agradecido a mi familia que siempre está conmigo y me apoya en todo. Estoy muy feliz de haber logrado esos dos títulos, que en mi carrera son muy importantes.
-Ya habías ganado un título en Arsenal.
-Sí. Todo suma. Eso es muy bueno, le agradezco a la gente que me apoyó en todo. El primer título en Arsenal también fue muy importante.
-¿El invierno es crudo allá?
-En el invierno cuando nieva hace mucho frío y después la nieve no se va por meses. Es muy duro porque en los entrenamientos se te congelan las manos y los pies, es difícil entrenar así. Pero cuando se pone voluntad, el frío no es un obstáculo, ya que quiero y amo el deporte.
-Superaste muchos obstáculos en tu carrera, como vivir lejos y no tener continuidad en un club.
-El fútbol es así, a veces entrás en un club y no te toca jugar, pero como jugador necesitás hacer las cosas bien y estar mentalizado para cuando te toque entrar, poder hacerlo bien.
-En Karpaty y en Assyriska de Suecia te fue mejor, pero en Anzhí te costó un poco
-Estuve en el Anzhí de Rusia y en Marruecos, donde me lesioné. En Marruecos venía de una lesión, estaba en plena recuperación y me costó adaptarme. En los tres primeros partidos en Suecia no estuve por decisión del técnico y después empecé a jugar, así que estaba muy contento. Después pasé al Karpaty, jugué todos los partidos gracias a Dios, y ahora estoy en Shakhtar.
"Fue un sueño"
-Cumpliste un sueño que fue convertirle un gol al Celta de Vigo en la Europa League...
-Fue un sueño también porque debuté en ese club en ese partido e hice un gol, pero fue una amargura porque perdimos y nos eliminaron.
-¿Qué recordás de tu paso por Huracán Las Heras e Independiente Rivadavia?
-En Huracán entrenaba nada más con los compañeros para agarrar ritmo. Tengo algunos amigos en el Globo y en la Lepra, porque ahí jugué dos años en inferiores. Les mando un saludo a los DT porque me formaron como jugador y como persona.