Juan Ignacio [email protected]
El Itakita, nieto del ex campeón mundial Hugo Pastor, debutó como aficionado y mostró su deseo de seguir los pasos de su abuelo. “Creo que me parezco a él”, dijo el pibe.
El Itakita, nieto del ex campeón mundial Hugo Pastor, debutó como aficionado y mostró su deseo de seguir los pasos de su abuelo. “Creo que me parezco a él”, dijo el pibe.
Juan Ignacio [email protected]
El apellido Corro encierra parte de la historia del boxeo mendocino y lucirlo en el Documento Nacional de Identidad no debe ser tarea fácil.
Decir Corro redirecciona automáticamente hacia la figura de Hugo Pastor, aquel peso medio que fue campeón mundial unificado del CMB y la AMB.
A pesar de la muerte del Itaka, marcada en el calendario el 15 de junio de 2007, el destino se empecina en que de la familia Corro sigan saliendo exponentes boxísticos para nutren las carteleras mendocinas.
Los hermanos, Carlos, Jorge y Osvaldo, y los hijos de Hugo Pastor, Adolfo (falleció en 2001), Luis y Gabriel, continuaron con la tradición que comenzó en la década del ’60 con el nacimiento deportivo de la obra maestra de don Diego Corrientes.
Y cuando todo parecía haber terminado, con la falta de continuidad de la segunda generación, apareció Facundo, nieto de Hugo e hijo de Diego (no se calzó los guantes), quien a su vez es entrenado en el Firpo por su tío abuelo Osvaldo, y sus tíos Lucho y Pachi.
El viernes pasado, el pibe de 16 años dio sus primeros pasos en el Pascual Pérez como boxeador aficionado. Y lo hizo de la mejor manera, venciendo por puntos y en fallo unánime al sanrafaelino José Torres.
“Hace mucho que venía entrenando para esta pelea. Le meto duro todos los días y le hago caso siempre al rincón”, dijo agitado el Itakita, una vez consumada su primera victoria, mientras recibía el cariño de sus familiares, amigos y compañeros de gimnasio.
–¿Para vos es una responsabilidad ser el que inaugura la tercera generación de boxeadores en la familia Corro?–En mi familia todos han sido boxeadores. Hoy (por el viernes en la noche) me tocó a mí. Ahora hay que ver si se puede seguir adelante.
El Itakita toma agua, se seca la transpiración y ante la pregunta de rigor, dirigida a su estilo de boxeo y parecido con alguno de sus antecesores, piensa, arma la respuesta mentalmente y la deja salir...
“Y, creo que me parezco a mi abuelo. A Hugo Pastor Corro lo vi de chico y sé que fue un grande”, explica el heredero de los Corro, quien más allá de su deseo personal y a pesar de estar en la categoría de los mosca (51 kilos) y de tener como mano hábil la derecha, se parece hasta en lo físico a su abuelo.
–¿Cuál es tu sueño?–Mi gran sueño es poder llegar hasta donde lo hizo mi abuelo. Si no se da, no pasa nada.
–Dicen las malas lenguas que Osvaldo (su tío abuelo y técnico del Luis Ángel Firpo) prefería que estudiaras...
–En mi casa me dijeron que si me iba bien en la escuela y estudiaba, podía entrenar y boxear. Si no, me tenía que quedar con las ganas. Por eso estoy estudiando y tengo buenas notas.
–¿Dónde te ves dentro de un año?–Recién hago mi primera pelea. Prefiero esperar y ver qué pasa más adelante. Las ganas están.
–¿Te sentiste cómodo en tu primera presentación?–Todo tranquilo. No hubo nervios.
–¿Sos de entrenar mucho? ¿Cuántas horas te internás en el Firpo?–Unas dos horas por día. Me tengo que repartir con la escuela y como me va bien, puedo ir al gimnasio.
El Itakita tomó la posta de la familia Corro, la cual tiene motivos de sobra para rememorar esas viejas épocas de gloria encabezadas por Hugo y Osvaldo.