El presidente de Hungría, Pal Schmitt, dimitió al cargo como consecuencia del escándalo por haber plagiado su tesis doctoral.
"Dado que, según la Constitución, el Presidente debe representar la unidad de la Nación húngara, y que mi persona, desgraciadamente, ha pasado a ser sinónimo de división, siento que mi deber es alejarme de mi cargo", explicó el político conservador de 69 años ante el Parlamento. Sus funciones serán asumidas transitoriamente por el titular de la Cámara Baja, Laszlo Köver. La semana pasada, la Universidad Semmelweis de Budapest (SOTE) le retiró a Schmitt el título de Doctor, después de que una comisión de expertos determinara que copió 197 de las 215 páginas de su tesis sobre la historia de los Juegos Olímpicos de otros autores.
El ex mandatario se defendió contra esa acusación en 1992, cuando argumentó que el texto cumplió con la normativa vigente en el momento. En una entrevista, aseguró que escribió su disertación "de buena fe", y apuntó que si hubiera había algún fallo en la cita de las fuentes, le debería haber sido advertido por sus directores de tesis. Pero ayer optó por el retiro.
Poco antes del anuncio, el también conservador primer ministro, Viktor Orban, había mostrado su confianza en Schmitt, a quien impulsó para el cargo y en quien tuvo a un fiel aliado en la sanción de leyes, algunas de las cuales debilitan las instituciones democráticas. Orban será ahora el encargado de nombrar al nuevo Presidente: entre los candidatos suenan el ministro de Economía, György Matolcsy (enfrentado a las multinacionales y al FMI) y la secretaria de Educación, Rozsa Hoffmann (impulsora de un sistema escolar basado en el nacionalismo y el clericalismo).
El Comité Olímpico Internacional (COI) anunció que también evaluará las denuncias sobre Schmitt, ex esgrimista olímpico que es miembro del organismo desde 1983 y fue su vicepresidente entre 1995 y 1999, entre otros cargos.
