El papa Francisco hizo este domingo un llamado a un alto el fuego "mundial e inmediato", con el objetivo de permitir la paz y la seguridad "necesarias para proporcionar la asistencia humanitaria que se necesita con urgencia".
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"Es encomiable el llamamiento a un alto el fuego mundial e inmediato, que permita la paz y la seguridad necesarias para proporcionar la asistencia humanitaria que se necesita con urgencia", indicó el Papa tras su oración del Ángelus en la Santa Sede.
Durante la semana pasada, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó una resolución que prepara algunas medidas para hacer frente a las "devastadoras" consecuencias del coronavirus Covid-19, particularmente para las áreas que ya están en conflicto.
En ese sentido, el Sumo Pontífice deseó que esta decisión se implemente "de manera efectiva y rápida por el bien de muchas personas que sufren". Y agregó: "Que esta resolución del Consejo de Seguridad se convierta en un valiente primer paso hacia un futuro pacífico".
El Papa explicó que el mundo "exalta" a los ricos y poderosos y a veces "pisotea" a la persona humana y su dignidad.
Asimismo, añadió: "Y vemos esto todos los días, los pobres pisoteados. Y es un mensaje para la Iglesia, llamado a vivir las obras de misericordia y a evangelizar a los pobres, a ser manso, humilde. Entonces el Señor quiere que sea su Iglesia, que somos nosotros", precisó Jorge Bergoglio.
"Jesús no es un modelo para los resignados ni simplemente una víctima, sino que es el modelo de los pobres de espíritu y de todos los otros bienaventurados del Evangelio, que cumplen la voluntad de Dios y testimonian su Reino. A ellos se dirige hoy en un mundo que exalta a quien se hace rico y poderoso, llamándolos a ser constructores de una nueva humanidad", sostuvo el Sumo Pontífice.
Por último, se refirió al "descanso" que Cristo ofrece a los cansados y oprimidos y señaló: "Este no es un alivio solamente psicológico o una limosna donada, sino la alegría de los pobres de ser evangelizados y constructores de la nueva humanidad".