El Papa le dio un besó al niño, de poco más de un año, que iba disfrazado con la tradicional sotana blanca y la papalina de los pontífices durante el habitual paseo entre los fieles que realiza en el Vaticano antes de comenzar la audiencia.
Como ya es habitual durante este paseo, los gendarmes que rodean el papamóvil, le fueron acercando a Jorge Bergoglio los niños y bebes para recibir la bendición y un gesto de cariño del argentino.
Pero el carnaval ha llegado también a la Ciudad del Vaticano, y entre los niños, los gendarmes acercaron a Francisco uno disfrazado de papa que lloraba desesperado, y que arrancó una sonrisa al pontífice de Buenos Aires.
No es la primera vez que se ve a un "pequeño-papa" en el Vaticano, ya que este fin de semana circuló por las redes sociales una foto de una madre con su hijo pequeño que paseaba por la Plaza de San Pedro vestido con la sotana y la papalina blanca.
Fuente: AP
