Derechos vulnerados en Estados Unidos
El operativo se realizó a pesar de la orden temporal de una jueza que impide detener personas sin sospecha razonable y prohíbe basarse únicamente en la raza, idioma o apariencia étnica, así como en el lugar o tipo de trabajo, en siete condados del área metropolitana de Los Ángeles.
Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), advirtió que si el gobierno de Donald Trump sigue violando la Constitución y desobedeciendo al Tribunal, la comunidad está lista para tomar las calles pacíficamente en defensa de sus derechos.
En el Parque MacArthur, a pocas cuadras de una redada conocida como “Operación Caballo de Troya”, Salas reiteró: “Aquí estamos y no nos vamos”.
Donald Trump lleva el caso a la Corte Suprema
La resistencia en Los Ángeles llevó a la Casa Blanca a recurrir a la Corte Suprema para que levante las restricciones y permita continuar con las detenciones.
En su solicitud, la administración de Donald Trump argumenta que la orden judicial dificulta la aplicación de las leyes de inmigración y que las detenciones se basan en la presencia ilegal en Estados Unidos, no en el color de piel o etnia.
Los abogados del gobierno sostienen que los agentes pueden tener “sospecha razonable” si una persona habla solo español, viste uniforme de un empleador que contrata indocumentados o frecuenta negocios de inmigrantes sin estatus legal.