El alumno de 16 años de la Franklin Regional High School de Pittsburgh fue acusado formalmente de intento de homicidio contra cuatro personas y de haber atacado con armas blancas a 21, un número que incluye a 20 alumnos y el guardia de seguridad de la escuela.
Todos ellos estaban llegando a la institución, apenas pasadas las 7:00 AM, hora local del miércoles, cuando el joven inició su ataque. Nadie se explica por qué lo hizo.
Su padre declinó por el momento hacer declaraciones a la prensa, pero sí hablaron sus compañeros de clase. Lo definieron como un "chico listo y tranquilo", al que no le faltaba ni sobraba nada en cuanto a popularidad, pero sin motivos visibles para tener una reacción semejante.
"A veces era amigable. Era muy listo. No sufría bullying y no parecía un joven irascible. Tenía amigos". Así lo describió la alumna y testigo del ataque Shane Molyneaux a la NBC. Otra de las adolescentes que vio el hecho, Kari Lee, coincide y sintetiza: "No era un chico del que uno espera que haga algo como esto".
Sin embargo, los investigadores a cargo del caso sugirieron que podría tener problemas mentales, y relataron que después de ser atrapado en el hall de la escuela aseguraba que "quería morir". El juez a cargo deberá determinar si puede ser juzgado después de los exámenes médicos. Su intención es que sea tratado como un adulto, y la primera audiencia será el 30 de abril. Mientras tanto, fue enviado a un centro de detención juvenil.
Aunque la policía cree que la actividad de Hribal en las redes sociales no era intensa y que ni siquiera tenía un teléfono móvil, investigadores locales y federales incautaron de la casa de su familia tres computadoras. Además han comenzado a interrogar a un centenar de testigos. Dada la incógnita sobre su salud, psiquiatras o psicólogos tendrán que hacer su trabajo para determinar su imputabilidad antes de que se presente ante la corte.
