Corea del Norte anunció este martes su primer lanzamiento de un misil intercontinental, lo que supondría un cambio drástico en el que puede ser el pulso nuclear más peligroso del mundo. Si se confirma, también refutaría directamente una afirmación previa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que dijo que esa prueba "¡no ocurrirá!".
La Academia norcoreana de Ciencias de Defensa dijo que el ensayo del misil intercontinental Hwasong-14 suponía el "paso final" para crear "un estado nuclear poderoso y con confianza que puede atacar en cualquier lugar de la Tierra".
A menos que personas ajenas al gobierno norcoreano recuperen fragmentos del misil, será difícil confirmar muchos detalles. El programa armamentístico norcoreano es quizá el secreto de estado mejor guardado de uno de los países más reservados del mundo. Las autoridades de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón habían indicado antes que ese país había lanzado un misil de medio alcance que cayó en el mar cerca de Japón.
El secretario jefe del gabinete de Japón, Yoshihide Suga declinó hacer comentarios sobre si Japón cree que se trataba de un misil intercontinental, y el Ministerio surcoreano de Defensa dijo estar analizando si el comunicado norcoreano era fiable.
El lanzamiento parecía ser la prueba de misiles más exitosa de Corea del Norte hasta la fecha. Un analista experto en armamento que analizó la altura y distancia de su recorrido señaló que el misil podría ser lo bastante potente como para llegar a Alaska.
Corea del Norte ha realizado lanzamientos en el pasado que sus detractores describieron como pruebas encubiertas de su tecnología de misiles de largo alcance. Pero de confirmarse, un ensayo de un misil intercontinental sería un gran paso en sus esfuerzos para obtener un misil nuclear que pueda llegar a cualquier punto del territorio estadounidense.
El lanzamiento supone una advertencia política a Washington y sus principales aliados en Asia, Seúl y Tokio, además de ofrecer a los científicos norcoreanos una oportunidad de perfeccionar su aún incompleto programa de misiles nucleares.
El ensayo se hizo en la víspera del feriado del Día de Independencia de Estados Unidos, días después del primer encuentro cara a cara entre los mandatarios de Corea del Sur y Estados Unidos y poco antes de una cumbre global de las economías más ricas del mundo.
Los análisis externos y norcoreanos sobre la trayectoria del misil eran bastante similares.
Las autoridades estadounidenses, surcoreanas y japonesas dijeron que el misil voló durante unos 40 minutos y alcanzó una altitud de 2.500 kilómetros (1.500 millas), lo que sería más recorrido y más altura que en cualquier otro ensayo similar norcoreano documentado. También cubrió una distancia de unos 930 kilómetros (580 millas).
Por su parte, Corea del Norte sostuvo que el proyectil había alcanzado los 2.802 kilómetros antes de impactar en un objetivo designado en el océano, a unos 933 kilómetros del lugar de lanzamiento en el noroeste del país. Pyongyang añadió que el misil había volado unos 39 minutos y se lanzó en el ángulo más alto posible.