Tras la tradicional feria judicial de enero, los pasillos de los tribunales mendocinos retomaron ayer su clásica fisonomía, con magistrados, funcionarios, abogados y público en general deambulando por los distintos juzgados y secretarías.
En esta ocasión, el regreso a la actividad tuvo la particularidad de estar marcado por el pedido de juicio político para uno de los más antiguos miembros de la Suprema Corte, Carlos Böhm.
La situación de este magistrado, quien fue denunciado por los legisladores Gustavo Valls (Frente Renovador) y Patricia Gutiérrez (Unidad Popular), se empezará a definir esta semana, y es un hecho que preocupa a todo el ámbito de la Justicia porque se trataría del primer caso en democracia de un juez que esté en el banquillo de los acusados.
Mañana está previsto que se reúna la comisión de Labor Parlamentaria para analizar si da curso a la solicitud de los denunciantes y habilita su pase a la Comisión de Juicio Político, lo cual constituiría un hecho fuera de lo común, ya que en los últimos 30 años nunca se convocó para un caso de estas características.
Al longevo juez, de 78 años, se le cuestiona su actuación en el caso de la jueza Stella Maris Ontiveros, quien sufrió un accidente laboral en su propia oficina.
Cuando estuvo a punto de ser sometida a un jury, Böhm se excusó por ser amigo de la magistrada y cuando hubo que firmar para que se la indemnizara no se abstuvo.